A pesar de ello en la feria londinense de Farnborough los constructores aeronáuticos han logrado firmar numerosos y lucrativos contratos, aunque sin llegar a los niveles récord del año pasado. Los dos principales competidores, Boeing y Airbus, han recibido en conjunto pedidos firmes de un total de 444 aviones por una suma global de 45.000 millones de euros. Airbus ha ganado la carrera comercial al vender 247 aviones. Los cielos siguen nublados pero no son tan amenazadores.
Como señala John Leahy, comercial de Airbus: “2008 es todavía un año fuerte en cuanto a ventas, a pesar del récord que se ha alcanzado en el precio del queroseno y el hecho de que las aerolíneas pierden dinero. Si han comprado es porque las compañías tenían que renovar sus flotas. En el mundo hay 16.000 aviones de más de 100 plazas volando. De esas aeronaves, 3.000 son de tecnología obsoleta de hace 20 años, por ello su consumo energético es demasiado alto. Las aerolíneas necesitan cambiar esos aviones debido a un barril que supera los 140 dólares.”
Para el constructor europeo, hay otro obstáculo: el tip de cambio entre el euro y el dólar es muy desfavorable.
“Cada vez que el dólar pierde diez céntimos de su valor o que el euro se refuerza en la misma proporción, tenemos un coste al año de 1.000 millones de euros al finalizar la producción. Eso significa que debemos encontrar la forma de reducir los costes en todos los ámbitos y también comprar componentes en dólares.”
Se termina así una semana de buenos negocios en Farnborough, con un balance menos pesimista de lo que se temía. En el fin de semana que comienza es el turno del gran público ansioso por ver las piruetas y acrobacias de aviones de ayer y de hoy.