Este año, Varsovia celebra el bicentenario del nacimiento de Chopin. En la capital polaca, el compositor de Nocturnos está por todas partes. Para una serie de conciertos conmemorativos, la ciudad ha acogido a Yundi Li, un virtuoso y aclamado pianista chino que con sólo 18 años, ganó el prestigioso Concurso Internacional de Piano Frederic Chopin en Varsovia. Ese fue su lanzamiento al estrellato. Ahora ha evolucionado como él mismo nos cuenta:
“ Tras diez años, creo que me siento aún más cercano a Chopin. Es tan transparente, tan puro y tan simple, bonito y profundo al mismo tiempo. Hace diez años tocaba Chopin con un estilo mucho más académico, ahora me siento más libre, tengo más libertad y experiencia. Ahora toco Chopin más relajado y de una manera más natural y fácil.”
Varsovia recuerda a su artista más internacional. De padre francés y de madre polaca, Chopin pasó en Polonia la primera mitad de su vida. Ya adolescente, el compositor era toda una celebridad en Europa. Compuso la mayoría de sus trabajos en Francia en menos de veinte años. Se codeó con los intelectuales de la época, fue el amante de mujeres fascinantes, entre ellas la revolucionaria George Sand y todo ello orquestado por una imponente creatividad.
Hoy, este genio romántico que dejó el mundo a sus 39 años, es un icono en Polonia. Varsovia se ha cubierto de Chopin mostrando su imagen en cada rincón de la ciudad. Por su parte, Yundi Li también se considera un romántico pero del siglo veintiuno, con un cierto toque hedonista:
“Siento que mi estilo de vida es muy romántico, me gusta ir a buenos restaurantes y deleitarme con la comida y probando buen vino. También disfruto conduciendo. Me gusta Ferrari, tengo un 430 y soy un gran aficionado a los coches. Tengo mucha pasión, una enorme inquietud por actuar en el mundo entero. Creo que ahora es un momento perfecto para tocar obras de este fabuloso genio y compositor.” Varsovia rememora y representa la época de Frederic Chopin. El alma del artista sigue latiendo aún hoy en el corazón polaco, dispuesto a impregnar sus calles de nocturnos y vals.