Criar el Atún Rojo para salvar la especie

Criar el Atún Rojo para salvar la especie
Por Euronews
Compartir esta noticiaComentarios
Compartir esta noticiaClose Button

El atún rojo está desapareciendo. El precio que puede alcanzar en el mercado, más de 20.000 euros por uno de 200 kilos, le ha convertido en uno de los más capturados.

Esta insostenible situación nos lleva a Cartagena, en el sur de España, donde los científicos están aprendiendo a criarlo en cautividad. Por esto cada noche se embarcan para ir a recoger huevo de las dos redes en las que tienen 60 atunes. Este verano, al igual que el pasado, su trabajo ha sido bien recompensado.

“Este proyecto” dice Fernando de la Gándara, coordinador del proyecto “intenta avanzar para que en el futuro el Atún Rojo pueda producirse de la misma manera que se producen en la actualidad la dorada, la lubina, el rodaballo o el salmón; mediante técnicas de acuicultura. Esto no significa que las pesquerías de atún rojo no se sigan manteniendo por supuesto. Es decir, en este sentido la acuicultura del Atún Rojo sería un complemento a la pesca”.

También en Malta, en la ciudad de Marsaxlokk, el día empieza pronto. Aquí los científicos también están trabajando en este proyecto de investigación de la Unión Europea llamado SELFDOTT.

Cada mañana de julio Robert va a las redes en las que tiene Atún Rojo a recoger huevo, aunque hasta ahora con menos fortuna que sus colegas. El año pasado no encontró ninguno así que hizo algunos cambios.

“Este año trajimos las redes a una cala, a una pequeña bahía, donde hay menos corrientes. Sin embargo hemos recogido poco huevo en comparación con España, probablemente porque la temperatura no ha subido lo suficientemente rápido. Este año el agua ha estado muy fría durante el periodo que, según creemos, es el mejor para la puesta del atún en cautividad”.

El atún rojo sabe, gracias a las horas de luz y la temperatura, cual es el mejor momento para realizar sus puestas. Aquí también influye la calidad del agua. Pero aún hay más complicaciones.

“El atún rojo tiene otro problema” explica Robert “y es que es un pez muy grande y delicado. Su tamaño nos impide cogerlo, analizarlo o ver si ha madurado correctamente tal y como hacemos con la dorada, por ejemplo. Esto crea un problema logístico que es cómo recoger el huevo”.

Pero no solo la época de puesta es crucial. Este pez necesita cuidados especiales todo el año. Por esto los científicos cuentan con la ayuda de empresas privadas que trabajaban con el atún incluso antes de que se inciara este proyecto tal y como explica Antonio Belmonte, biólogo de la empresa Caladeros del Mediterráneo:

“Damos seguridad a los científicos en tanto en cuanto saben que los animales están en perfectas condiciones y que las maniobras se hacen con el mayor cuidado para que no sufran en ningún momento ningún tipo de circunstancia que provoque que el desarrollo gonadal se interrumpa durante el proceso de la puesta”.

Una buena parte del huevo se quedan en España, otra van a Francia, Grecia e Israel. Los científicos los necesitan para estudiar cómo criar el atún, siguiente etapa de éste proyecto en el que también participan Alemania, Italia y Noruega.

“Estamos teniendo puestas en nuestra instalación de Malta en cantidades algo inferiores a las que estamos obteniendo en Cartagena”, dice Fernando. “Pero en general podemos decir que la reproducción del Atún Rojo en cautividad está conseguida. Una vez que hemos demostrado que la reproducción del Atún Rojo en cautividad es posible, el cuello de botella es el cultivo larvario de esta especie y es ahí donde hay que hacer un esfuerzo especial”.

El reto es que la larva sobreviva. El año pasado consiguieron criarlas hasta los 70 días. Ahora esperan llegar más lejos y que algunas alcancen incluso un kilo de peso. La dificultad radica en que, según van creciendo las larvas en cautividad, se comen las unas a las otras o mueren por culpa del estrés, problemas que esperan superar en cuanto den con el alimento adecuado.

“Estamos hablando de un pez que tiene un crecimiento muy rápido” explica Aurelio Ortega, responsable de la cría de las larvas en España. “Eso hace que sus requerimientos nutritivos, los requerimientos energéticos, sean muy superiores a los de otras especies que cultivamos y eso se traduce en que tenemos que darles un alimento muy nutritivo, un alimento muy energético sobretodo comparado con la dorada, la lubina u otras especies que estamos acostumbrados a cultivar. Además es un pez que pone en aguas oceánicas, por lo tanto requiere unas aguas de una gran calidad y una gran concentración de oxígeno”.

A pesar de todas estas complicaciones la experiencia que tienen estos científicos con otras especies garantiza el éxito.

Una de esas especies es el bonito, un pez que comenzaron a estudiar hace tan solo cinco años y que ya saben criar en cautividad.

“Esta especie” dice Fernando de la Gándara, “que pertenece a la misma familia que el Atún, sin embargo es de menor tamaño y es más fácil de manipular. Con esta especie hemos tenido un logro muy importante que ha sido que, por primera vez en el mundo, se ha conseguido cerrar el ciclo biológico, es decir, hemos tenido individuos nacidos de padres que a su vez habían nacido en cautividad”.

Un éxito que también han tenido en Malta pero con otra especie. Aquí han logrado criar en cautividad el Pez Limón, un pescado muy valioso gracias a su sabrosa carne.

Estas experiencias les permiten saber qué deben hacer con el Atún Rojo: tras lograr la reproducción en cautividad en el mar, ahora tienen que lograrla en tierra.

“El próximo paso es aumentar la supervivencia de las larvas, pero al mismo tiempo, en paralelo, tenemos que trabajar para construir unas instalaciones en tierra en las que los atunes se reproduzcan en cautividad, de este modo obtendremos el huevo más fácilmente que en las redes”.

Las instalaciones para el Atún Rojo serán parecidas a las que tienen en Malta para el Pez Limón, aunque de mayor tamaño. Aquí pueden controlar la luz, la temperatura y la calidad del agua, factores determinantes para conseguir la cría en cautividad del Atún Rojo.

“Los pescados provenientes de acuicultura son pescados que se sabe su origen, se sabe que han comido, es lo que hoy en día se llama trazabilidad” asegura Fernando de la Gándara. “Por otra parte los pescados de acuicultura tienen una calidad estándar, en cuyo caso el consumidor, cuando va a adquirirlos, sabe con lo que se va a encontar”.

Para los científicos la acuicultura es una cuestión de gustos. Según dicen se han realizado varias pruebas con pescado salvaje y pescado criado en cautividad con resultados sorprendentes: el cincuenta por ciento de los participantes preferían el salvaje y la otra mitad el que fue criado.

Buenas noticias porque los expertos aseguran que el único modo de dar al mercado todo el Atún que necesita es con la acuicultura, tal y como se hace con el salmón o los mejillones.

“Viendo todos los esfuerzos que se están realizando con el Atún Rojo y viendo los resultados de los experimentos que se realizan con el huevo recogido en España, creo que en un futuro cercano vamos a tener Atún Rojo procedente de acuicultura” asegura Robert Vasallo-Agius.

Un futuro cercano en el que se reducirá la presión pesquera sobre el atún rojo salvaje, lo que permitirá a este hermos pez recuperar su lugar en el océano.

Compartir esta noticiaComentarios

Noticias relacionadas

Amenazada la biodiversidad de los océanos

Un robot para construir fachadas disponible antes de diez años

La UE premia Nanocargo, el asalto a las células cancerosas