El deporte, como método educativo, puede contribuir a mejorar las condiciones de vida una persona. Practicar ejercicio físico puede ayudar a que un individuo se reinserte en la sociedad o a que consiga un buen trabajo.
En São Paolo, en Brasil, el boxeo se practica en gimnasios ubicados bajo los puentes. Estos centros forman parte del proyecto “Garrido boxe” y representan una alternativa para jóvenes que han tocado fondo.
Uno de los chicos que allí acuden cada tarde es Felipe. A sus 19 años ha conseguido reconducir su vida, alejándose de la delincuencia y las drogas, gracias al boxeo.
El deporte de élite no tiene por qué rivalizar con la formación académica. En la Qatar Aspire Academy for Sports Excellence, los aspirantes a integrar la selección nacional catarí en las diferentes disciplinas estudian y se entrenan gracias a un programa especialmente adaptado para ellos.
Este método tranquiliza a los padres que temen que sus hijos sacrifiquen sus estudios por acudir a las competiciones y a ellos les permite soñar con representar a su país en el Mundial de Fútbol de 2022 que se jugará en Qatar.
El kung-fu sigue siendo una de las tradiciones más arraigadas en China. El centro más famoso del país de artes marciales, la escuela Tagou, muy cerca del monasterio de Shaolin, acoge a más de 20.000 alumnos.
Los jóvenes que terminan con éxito su formación pueden hacer carrera en la policía, en el ejército o como guardaespaldas. En China, estas instituciones tienen incluso un reconocimiento mayor que la universidad.