Los derechos de los sospechosos

Los derechos de los sospechosos
Por Euronews
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Los derechos de los detenidos sospechosos de haber cometido un delito están en el punto de mira en Europa. Se están tomando medidas para asegurar que las reglas son las mismas en todos los países de la UE y que todas las personas tengan derecho a procesos equitativos y transparentes.

“Ni siquiera me dijeron de qué estaba acusado cuando me condenaron a dos años de cárcel y tendría que tener por lo menos la oportunidad de saber de qué se me acusaba”, comenta Garry Mann.

Un caso polémico que está en el centro del debate sobre los derechos de los sospechosos es el de este exbombero de Inglaterra. Garry Mann fue detenido en Portugal durante los violentos disturbios que se produjeron después del partido de fútbol de la Eurocopa en 2004. Él niega que se involucrara, pero fue acusado y condenado en apenas 48 horas.

Tanto él como los grupos pro derechos se quejaron de la falta de información legal, de traducción y de la escasa posibilidad de organizar la defensa.

Mann dice que creía que estaba en el tribunal para someterse a una deportación voluntaria, sin admitir culpabilidad. Pero en lugar de eso se encontró en medio de un juicio rápido.

“Miré por encima del hombro de la intérprete y pude ver que había escrito algo en inglés que decía ‘cabecilla de la revuelta’ y esa fue la primera vez que supe que por eso me condenaban. Entonces, un minuto después escuché mucho ruido en el juicio y el juez dijo en portugués que estaba condenado a dos años de prisión. La intérprete lo escribió. Había mucha consternación entre la gente, los policías ingleses y mis dos testigos dijeron ‘lo que está pasando aquí es una locura’”, dice Mann.

Las autoridades portuguesas han mantenido siempre que la condena de Mann era legalmente sólida y tuvo que pasar dos años en la cárcel en Portugal.

Con el creciente número de europeos que viajan, estudian y trabajan en el extranjero la armonización de las normas se ha hecho indispensable. La nueva regulación da ya a todos los ciudadanos de la Unión Europea el derecho a traducción e interpretación en el caso de que sean detenidos.

Además, los sospechosos recibirán cartas con sus derechos fundamentales explicados en un lenguaje claro y en diferentes idiomas.

Funcionarios de Bruselas aseguran que la información que se da a una persona en el momento de su detención varía en toda la Unión Europea.

Todos los intentos de cambiar son bienvenidos por los grupos pro derechos humanos y de un juicio justo.

“Va ser una gran batalla para los gobiernos, o al menos un gran desafío, aplicar estas medidas. Obviamente todo está bien teniendo leyes sobre el papel, pero hay que verlo en la práctica. La realidad es que hay sistemas de traducción disponibles en los Estados miembros, tienen traductores, abogados y policias que tienen motivos para condenar a alguien. Y esas leyes se centrarán sobre todo en asegurar que la policía y los jueces estén capacitados, en asegurar que los sospechosos conozcan sus derechos, conozcan los cargos que se les imputan y entiendan el proceso judicial”, explica Emily Smith, de Fair Trials International.

Holanda es uno de los muchos países donde desde hace años se debate sobre este tema. ¿Cómo pueden mejorarse los procedimientos de manera que sean viables y coherentes?. La policía de Amsterdam nos enseña uno de sus complejos y los calabozos donde están los sospechosos. Los agentes insisten en que aquí los derechos de los detenidos son una prioridad.

Si la obligación de dar información por escrito será nueva en algunos países, aquí las cosas parecen estar bastante avanzadas.

“En esta pantalla los detenidos pueden leer sus derechos y deberes en la celda”, comenta Arno Portengen, responsable de este complejo en Amsterdam.

Seamus Kearney, euronews: “Esto está en francés. Me imagino que pueden leer sus derechos en otros idiomas también”.

“Pueden leer sus derechos en 24 idiomas”, responde Portengen.

Hay que destacar que los funcionarios que vigilan a los sospechosos no son los mismos que han estado con ellos en los interrogatorios.

“La ley está hecha también para la policía. Así que estamos obligados a respetar las reglas. Eso es lo que hacemos. Si un sospechoso tiene derecho a ver a un abogado, nosotros llamamos al abogado. No hay que olvidar que son sospechosos. Eso no demuestra que hayan cometido un delito. Intentamos tratarlos con normalidad, como a usted le gustaría que le trataran. Por tanto respetamos la ley y tenemos una declaración fundamental, que es tratar a a los sospechosos con respeto”, asegura Portengen.

Está claro que algunos países están progresando más que otros en cuanto a los derechos de los sospechosos. Pero con más de ocho millones de procedimientos criminales al año en la Unión Europea, su armonización es una prioridad fundamental.

Todos los miembros de la Unión Europea firmaron el Convenio Europeo de Derechos Humanos que contempla los derechos de las personas acusadas de algún delito. Pero el respeto de estos puntos en la vida real es otra cosa.

Abogados defensores han estado haciendo campaña durante años para obtener mejores garantías.

“El avance más importante es que el sospechoso tiene acceso a un abogado desde el primer momento y el abogado puede ser consultado antes del interrogatorio. La primera fase de un proceso penal es la más importante y es aquí donde surgen la mayor parte de los problemas”, dice Lian Mannheims, vicepresidenta de Dutch Criminal Bar Association.

En Europa ya se ha puesto en macha un proceso para aunar criterios comunes. Las primeras dos medidas de la hoja de ruta han sido votadas y aprobadas y los Estados miembros tienen que empezar a aplicar los cambios.

Todavía se está estudiando el derecho a un abogado, a la comunicación con la familia, a trabajadores y a embajadas y la protección para personas vulnerables, incluídos los niños.

Pero parece que hay acuerdo entre los expertos y funcionarios que, si bien los planes están muy bien sobre el papel, cambiar décadas de prácticas insatisfactorias será difícil.

“Es bastante fácil formular derechos de los ciudadanos, derechos de los sospechosos, etc. Pero cambiar la mentalidad de los policías, la de los oficiales de los procedimientos penales para crear mentes abiertas y mejorar las prácticas…ese el gran reto”, dice Theo de Roos, juez y profesor de derecho.

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