Ruanda ha puesto fin oficialmente a los Gacaca, unos tribunales populares establecidos hace 11 años para juzgar a los sospechosos de haber participado en el genocidio de 1994. Aunque han estados acompañados de la polémica desde el principio, el presidente ruandés, Paul Kagame, los ha ensalzado:
Ruanda cierra oficialmente los tribunales populares creados tras el genocidio tutsi
“Los tribunales Gacaca han sido muy importantes para la justicia y la reconciliación. Y han cumplido su propósito”.
Hay quien replica que los Gacaca han dejado tras de sí un país más dividido, pues la abrumadora mayoría de los 2 millones de juzgados eran de la etnia hutu. El 65% fueron condenados.
Este particular sistema reposa esencialmente en las confesiones de los culpables y la reconstrucción de los hechos: una explosión de violencia étnica sin precedentes que dejó al menos 800.000 muertos, la mayoría de la etnia tutsi.