El serio Bersani, el cómico Grillo, el retorno de Berlusconi y el austero Monti. Los electores italianos han tenido que elegir entre la decepción y la esperanza, entre la austeridad y el populismo.
En noviembre de 2011 muchos italianos celebraban la dimisión de Silvio Berlusconi que abadonaba el gobierno dejando atrás un país en profunda recesión y sin la confianza de los mercados.
Un año más tarde Berlusconi anuncia su retorno para, afirma, “ayudar a Italia a salir de las oscuras perspectivas impuestas por los tecnócratas”.
Bajada de impuestos, creación de empleo, amnistía para los defraudadores y abolición de los impuestos restablecidos por Monti. Un programa populista que ha seducido a buena parte de los electores permitiendo a Berlusconi jugar el papel de aguafiestas.
Algo con lo que no contaba la coalición de centroizquierda que ha conseguido ser la fuerza más votada en las dos Cámaras aunque sin alcanzar la mayoría en el Senado.
Pier Luigi Bersani subestimó las capacidades de su adversario creyendo que su coalición ganaría las legislativas. Su programa era considerado el menos populista: apoyo al empleo pero también rigor presupuestario.
Beppe Grillo, conocido humorista y ahora estrella de las legislativas italianas, fue el único que llevó a cabo una campaña de cercanía. Las promesas del líder del “Movimiento cinco estrellas” han seducido a aquellos que como él rechazan los partidos tradicionales. Grillo prometió la reduccion del número de parlamentarios, acabar con la austeridad y luchar contra la corrupción.
Mario Monti que remplazó a Berlusconi en noviembre de 2011 formando un gobierno tecnócrata ha pagado el precio de las reformas impopulares de austeridad que llevó a cabo durante su mandato. Durante su gobierno restableció las relaciones de confianza con sus socios europeos pero no consiguió sacar a Italia de la recesión. Sus promesas de rigor presupuestario y de aumento de los impuestos para las grandes fortunas no han conseguido convencer a muchos italianos cansados de la austeridad.
Lucio Caracciolo es uno de los expertos italianos más importantes en geopolítica, imparte seminarios de estudios estratégicos en varias universidades del país y es además el fundador de la revista de geopolítica Limes, de la que es también su director.
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Según los analistas extranjeros la gran victoria de Beppe Grillo es la victoria de la antipolítica, del populismo. ¿Qué hará Grillo con Italia e Italia qué puede hacer con Grillo?
Lucio Caracciolo, Director de Limes
No sé lo que es la antipolítica pero lo cierto es que Grillo es un político que se mantiene a distancia del Parlamento, pero hoy él es el líder del principal partido político italiano, puede que del único partido político puesto que los demás han demostrado ser construcciones virtuales. Así que yo me tomaría en serio al señor Grillo y también la posibilidad de que, dentro de su movimiento, en un futuro no muy lejano, se puedan expresar nuevas fuerzas de gobierno.
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La presencia, incluso simbólica, de Mario Monti en una posible coalición ¿podría dar garantías a la “Europa de la austeridad”?
Lucio Caracciolo, Director de Limes
Rotundamente no. Primero porque Bersani y Monti no conseguirían la mayoría y segundo porque Monti se ha desacreditado como jefe de un gobierno técnico y como senador vitalicio presentándose a las elecciones como si fuese un pequeño jefe democristiano. Por ello no creo que Monti vaya a tener un futuro ni en Italia ni en Europa.
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¿Cuáles serán, desde su punto de vista, los asuntos a los que inevitablemente tendrá que hacer frente el próximo gobierno a nivel internacional?
Lucio Caracciolo, Director de Limes
Primero tendrá que formarse un gobierno puesto que sin gobierno es difícil tener un programa. Segundo, tendrá que decidir su política económica, sobre todo fiscal. Y tercero tendrá que conseguir vender sus decisiones a un público extremadamente desorientado. Estas serán tareas muy difíciles pero los italianos tienen mucha imaginación.
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En un futuro, digamos, próximo, tras haber ganado una cierta credibilidad ¿cuál podría ser el peso internacional de Italia en los próximos años?
Lucio Caracciolo, Director de Limes
El peso de Italia en los próximos años será seguramente inferior al actual puesto que en este momento es el país más importante del mundo en el sentido de que es el eslabón que puede desestabilizar todo el sistema. En el futuro o nos quedamos fuera del sistema o entramos en él acatando sus reglas. En los dos casos estoy seguro de que seremos menos influyentes que hoy.
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Durante la campaña electoral se habló poco o nada sobre política exterior. ¿Existe todavía una política exterior en Italia?
Lucio Caracciolo, Director de Limes
Yo diría que no
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Entonces ¿qué se puede hacer?
Lucio Caracciolo, Director de Limes
Simplemente navegamos sin rumbo. Está claro que no hay una estrategia, que no hay programa y que habrá que reaccionar sobre la marcha. Lo primero que se debe hacer es tener un poco de imaginación para formar gobierno, seguramente uno de minoría puesto que no existe una mayoría. Yo pienso que será un gobierno fundamentalmente técnico, apoyado por los principales partidos, que podría cambiar la ley electoral, definir un nuevo modo de escrutinio. Pero esto es un proyecto todavía indefinido. Si no ocurre esto tendremos que volver a votar con las mismas las reglas electorales al menos durante los próximos diez años.