Alrededor de un millón y medio de instalaciones deportivas permiten a los europeos mantenerse en forma, divertirse y quemar grasa.
Sin embargo, gimnasios, piscinas o pistas cubiertas consumen grandes cantidades de energía.
Estos lugares tienen que proporcionar unos requisitos exigentes de ventilación y de confort ya sea en períodos de baja utilización o en períodos de mayor consumo durante los eventos deportivos.
Así que, ¿cómo ahorrar energía en espacios tan dinámicos?
Investigadores europeos se han esforzado en buscar algunas soluciones.
“Nuestro objetivo era desarrollar una plataforma modular y escalable, capaz de responder a cuatro preguntas importantes: cómo, cuándo, por qué y dónde se utiliza la energía en el interior de las instalaciones deportivas.Para responder a éstas preguntas, hemos desarrollado cuatro módulos independientes, diseñados para monitorizar, controlar y optimizar el consumo energético, y para informar a los propietarios de dichas instalaciones de cual es el consumo real de energía en cada uno de los diferentes espacios de la instalación deportiva “ comenta Donato Zangani, Ingeniero civil y coordinador del proyecto D´Appolonia/Sporte2
Un pequeño complejo deportivo cerca de Roma, se ha utilizado como lugar piloto para probar la plataforma existente.
Esta plataforma incluye una red de sensores distribuidos alrededor de la piscina cubierta para entender cómo se utiliza la energía para la iluminación, la calefacción, la refrigeración, la calidad del aire o la ventilación y cuál es el impacto para los usuarios. Los descubrimientos han sido sorprendentes.
“Estos sensores nos hacen comprender que hay una enorme variación de la temperatura en el interior, debido a la posición de la piscina y a su sistema de ventilación. Hay alrededor de 7 grados centígrados de diferencia entre el lado orientado hacia el norte y el orientado hacia el sur. Esto significa que dentro de este espacio interior hay una enorme variación de condiciones termo hidrométricas. Estos sensores optimizados, nos permiten calcular esta variación de una manera precisa y asequible.” explica Marco Arnesano, Ingeniero en la Universidad Politécnica de Marche.
Los datos de la piscina y del resto de las estancias deportivas se envían a un módulo central que recoge y analiza la información y, después de comprobar datos como los del pronóstico del tiempo o el uso de las instalaciones, es capaz de asesorar sobre la mejor manera de optimizar el consumo de energía.
“Estos sensores nos permiten medir el consumo de energía en el interior del gimnasio, la piscina, los vestuarios, la oficina de administración, es decir, de todos los diferentes espacios dentro de esta instalación deportiva. La plataforma también tiene sensores que posibilitan el control de la temperatura y la humedad en diferentes ambientes. Este módulo, equipado con un sistema inteligente que recibe todos los datos, los guarda en la memoria y puede controlar, a través de un software y de la web, los diferentes parámetros en los diversos entornos deportivos “ afirma Nicola Daldosso de la empresa Schneider Electric
Los investigadores piensan que, cuando la plataforma esté completamente desarrollada, permitirá a instalaciones deportivas como ésta ahorrar hasta un 30 por ciento de su factura de energía 5 años después de su instalación. Éstas son buenas noticias para algunos propietarios de dichas instalaciones.
“Algunos sensores que se van a colocar en las diferentes habitaciones e incluso en la piscina, nos ayudarán a controlar la afluencia de gente, mejorar la gestión y optimizar el consumo de energía. Me gustaría conseguir la información que necesito para consumir menos energía cuando hay menos gente usando las instalaciones o para aumentar el uso de energía durante las horas de más afluencia “ comenta Valeria Giovanelli, propietaria de Fidia Sport SRL.
Los investigadores esperan que este sistema ayude a reducir en un 30 por ciento las emisiones de CO2 en las instalaciones deportivas equipadas con él.