Poco antes de que expirara el ultimátum dado por la cúpula del Ejército al presidente egipcio, Mohamed Mursi ha reiterado su llamamiento para la creación de un gobierno de unidad nacional que dirija el país hasta las próximas elecciones legislativas. En su comunicado, Mursi propone “una hoja de ruta clara y segura, fundada sobre la legitimidad constitucional”. Ese gabinete de consenso estaría encargado de “administrar el país hasta la celebración de elecciones parlamentarias dentro de unos meses” y su responsable deberá ser “aceptado por todas las fuerzas políticas”, según el texto, que no ofrece ninguna novedad significativa. Ahora el país espera en vilo la respuesta del Ejército. Cientos de miles de personas esperan en la cairota plaza Tahrir el comunicado que los militares difundirán en breve.
Esta tarde, a las cuatro y media, hora central europea, expiró el ultimátum del Ejército para que Mursi atienda “las demandas del pueblo”, que desde hace días se manifiesta en las calles para pedir la dimisión del presidente, bajo la amenaza de imponer su propia hoja de ruta para sacar al país de la crisis.
El jefe del Ejército egipcio y ministro de Defensa, el mariscal Abdel Fatah al Sisi, se ha reunido con el representante de la oposición, el premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei, y con jefes religiosos para analizar la futura hoja de ruta que las Fuerzas Armadas quieren imponer si Mursi no atiende a su ultimátum. Los representantes del partido salafista al-Nur y del Partido de la Libertad y la Justicia, la vitrina política de los Hermanos Musulmanes, también fueron invitados a la reunión en el Ministerio de Defensa pero no se han presentado.
En un mensaje televisado, Mohamed Mursi defendió el martes por la noche su legitimidad democrática y pidió al Ejército que retire su ultimátum. El presidente está cada vez más solo. Cuatro ministros han dimitido, entre ellos el portavoz del Gobierno.