Algunos lo conocen como el “negocio ilegal de pasaportes robados.” Hace varios años que la Interpol ha elevado el nivel de alerta y advertido a las autoridades nacionales del riesgo que supone para la seguridad la documentación sustraída. La utilización de identidades falsas en los atentados del 11 de septiembre o en el tráfico de drogas e inmigración ilegal, lo han convertido en un problema mundial. Tras el avión de Malasia desaparecido, la sustracción de documentos cobra de nuevo protagonismo. Justo después del supuesto accidente, resulta que muchas de las personas que se suponía viajaban a bordo de la aeronave está vivas y en perfecto estado.
En un intento de dar luz a este misterio, los medios de comunicación se han puesto en contacto con la Interpol, quien vuelve a llamar la la atención sobre el robo de identidad.
La mayor organización de policía internacional advierte que el robo y los pasaportes falsos siguen siendo un riesgo para la seguridad y que el único lado positivo de esta historia, es que las autoridades nacionales lleven un control más riguroso de los pasaportes.
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