Estados Unidos y la Unión Europea, condenados a entenderse

Estados Unidos y la Unión Europea, condenados a entenderse
Por Euronews
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Duane Jackson es un vendedor callejero de Times Square, Nueva York. Pero además de eso es un héroe americano. Hace cuatro años este veterano de Vietnam, junto a otros dos colegas, localizó un vehículo sospechoso cerca de su puesto.

“El coche se acercó y aparcó allí, y yo dí un rodeo y me acerqué hasta él. Y lo que me chocó fue el hecho de que las llaves estuvieran puestas, con el coche encendido y las luces también…y que sin embargo no hubiera nadie dentro. Las ventanas estaban tintadas de negro”.

Duane avisó a la policía. Times Square fue desalojada y la bomba del interior del coche, desactivada. Duane recibió el aplauso del país e incluso una llamada del presidente en la que le daba las gracias por haber evitado el que hubiera sido uno de los peores ataques terroristas en suelo estadounidense desde el 11S.

“Había queroseno, propano, gasolina, un cuarto de cartucho de dinamita y algunos petardos, junto a dos temporizadores”, nos cuenta Duane. “Y lo cierto es que estos eran muy similares a los que se usaron en las explosiones de Boston”.

Mantener el país seguro ha sido siempre la piedra angular de la Agencia Nacional de Seguridad desde el fatídico 11 de septiembre. Pero irónicamente, en medio de un escándalo de espionaje que ha sacudido a la política internacional y a pesar de los más de 52 mil millones de dólares que se gastan al año en vigilancia, se ha descubierto que las mayores amenazas terroristas de la última década han sido frustradas por métodos antiguos como los chivatazos de los ciudadanos, y no por la NSA.

El pasado verano las revelaciones de Edward Snowden encendieron los debates sobre la vigilancia masiva y los secretos del gobierno estadounidense. Revelaciones que incluían escuchas telefónicas a líderes internacionales y que han generado una preocupación general al confirmarse que a pesar de algunas promesas de reforma, Obama defiende a la NSA como algo necesario para proteger a Estados Unidos y sus aliados del terrorismo. Una posición que va a mantener durante su visita a Europa la próxima semana.

Thomas Drake es un ex empleado de la Agencia y un revelador. Cuando trató de denunciar como la vigilancia masiva de Estados Unidos estaba violando la Constitución fue acusado de espionaje y se enfrentó a 35 años de prisión. Los cargos fueron posteriormente retirados.

Drake asegura que los atentados del 11 de septiembre han dado carta blanca a Estados Unidos.

“Es evidente que existen riesgos para la integridad de las naciones, así como para la de el sistema internacional y el orden mundial, pero eso no justifica que uno pueda vigilar todo el planeta. Eso no debe así”, recalca Drake. “Entrevistaron a un ex oficial de la Stasi y este aseguraba que le costaba mucho creer que toda esa información no sería utilizada para otros fines. Cuando usas estos medios a modo de disfraz para recopilar datos, una vez que los consigues piensas: “bien, por que no usarlos para un espionaje económico industrial, para comprometer a políticos, o para el chantaje”. Es decir, las tentaciones son enormes. Yo nunca pude imaginar que el modus operandi de la Stasi pudiera ser usado como base para este estado de vigilancia virtual que ahora ha resucitado y que se ha instaurado desde el 11S”.

Edward Lucas fue director de la oficina de Moscú para The Economist durante 14 años. Es también el autor del libro “Operación Snowden”, en el cual define a este como el gran desastre de las inteligencia de Occidente. En Nueva York, donde hablamos de su libro, Lucas asegura que Snowden ha hecho más daño que bien a la seguridad internacional.

“No creo que Obama deba pedir perdón a sus aliados, y sí pienso que estos aliados occidentales deberían pedir perdón por ese estado de ingenuidad hipócrita acerca de esas cosas que ellos mismos hacen. Los grandes países se espían entre ellos y sus servicios de inteligencia se involucran en ese espionaje. Creo que el público está indignado y los políticos están reaccionando a esto, pero hay una enorme cantidad de lo que yo llamaría la indignación del farsante. Y creo que ni Obama defendió debidamente a la NSA ni la NSA se defendió a sí misma con fuerza.

Defender a la Agencia Nacional de Seguridad. Es sin duda una tarea ambiciosa y nada fácil a la que tendrá que hacer frente Barack Obama durante su visita a Europa.

A pesar de los planes para asistir a la cumbre de Seguridad Nuclear en La Haya y de sus negociaciones comerciales en Bruselas, ha sido con la intervención de Rusia en Ucrania cuando la relación entre la Unión Europea y Estados Unidos ha pasado a un primer plano.

Incluso el escándalo de las revelaciones de Snowden será dejado de lado por ambos para hacer frente de manera conjunta al crecimiento de Putin.

Julianne Smith es asesora de seguridad nacional y ex asesora del vicepresidente Joe Biden. Ella espera que la visita a Europa de Obama genere una respuesta más fuerte y unitaria ante la intervención de Putin en Ucrania.

“Aquí en Washington existe una frustración en cuanto a que nuestro socio al otro lado del Atlántico no puede conseguir lo que pretende, debido a esos interminables debates acerca de cada punto a tratar”, se lamenta Smith. “Aquí también existen desacuerdos, dentro de nuestro Capitolio, tenemos desacuerdos con el Congreso. Así que sí, es culpa de ambos, pero creo que se es un poco injusto con Washington. Estados Unidos y Europa tiene diferentes relaciones bilaterales con Rusia. Es evidente que tanto la Unión Europea como cada uno de sus estados miembros de manera indivual tiene unos lazos y unas relaciones comerciales más profundos con Rusia que Estados Unidos. Así que tienen esas dudas acerca de emplear las sanciones como herramienta, como medida de castigo contra Rusia. En Estados Unidos hay mucho más entusiasmo para recurrir a estas sanciones de inmediato”.

Putin ha defendido la anexión de Crimea como un acto totalmente legal y constitucional, después de que su población haya votado a favor de formar parte de Rusia. Tanto Washington como Bruselas han respondido con congelación de activos y la prohibición de visados a determinadas personalidades rusas y ucranianas. Pero existe el temor de que ni los Estados Unidos ni la Unión Europea golpeen a Putin en el terreno económico, que es donde más le dolería.

“Sabemos que Rusia reacciona con fuerza cuando le imponen sanciones”, confiesa Edward Lucas. “Estados Unidos llevó a cabo una prohibición de visados ​​y congelación de activos en un pequeño número de personas involucradas en la muerte de un denunciante de un caso de fraude, hablo de la llamada lista Magnitsky. Y Rusia respondió prohibiendo las adopciones por parte de estadounidenses de los niños con discapacidad de los orfanatos rusos. Creo que ahora Rusia va a hacer algo similar, probablemente en el frente económico. Algo que realmente perjudique a las compañías occidentales, a su bancos y empresas. Estos bancos irán después llorando a sus gobiernos y les dirán que estamos hablando del dinero de todos, de puestos de trabajo, para que sus líderes hagan algo al respecto. Ese es mi temor, que debido a esto las sanciones a Rusia sean breves y suaves”.

Joseph Ciricione dirige una ONG centrada en la política de armas nucleares, y estará en la cumbre de La Haya de Seguridad Nuclear.

Ciricione asegura que a pesar de las crecientes tensiones con Rusia, tanto Obama como sus aliados occidentales se han comprometido a asegurar el arsenal nuclear del mundo ante cualquier amenaza terrorista. Y que en cualquier caso, la alianza transatlántica va a salir reforzada:

“Sólo en el último año, hemos sido testigos de algunas fricciones en la relación Estados Unidos-Europa a causa de las revelaciones de Snowden, por la forma en que los Estados Unidos ha respondido a este asunto con un cierto grado de arrogancia y desdén. Pero se trata de las dos fuerzas económicas más grandes del mundo, y ambos están obligados a llevarse bien, forman la alianza más fuerte y exitosa de la historia. Estos fundamentos siguen vigentes y las fricciones van desapareciendo, como lo hicieron tras el despliegue de Estados Unidos de armas nucleares en Europa o las disputas sobre la política de Washington en América Central con Nicaragua y El Salvador. Las disputas actuales son claramente inferiores en comparación a estas o incluso en comparación a las de un pasado más reciente”.

Dejando al margen estas disputas, tanto unos como otros esperan solucionar la crisis ucraniana a través de cauces diplomáticos, en una prueba más de los lazos que unen ambos lados del Atlántico.

Thomas Drake – personal story about being a whistleblower
Thomas Drake – USA obsession with getting data
Thomas Drake on Snowden and Transatlantic relation damage
Joe Cirincione talks about nuclear security summit
Edward Lucas interview on Russian sanctions

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