Al menos 15 personas han sido detenidas tras los disturbios registrados entre manifestantes y policías antidisturbios que protegían el Palacio Nacional de la capital mexicana.
Estos incidentes se registraron al concluir una multitudinaria marcha pacífica en protesta por la desaparición, hace casi dos meses, de 43 estudiantes en Iguala, en el estado de Guerrero.
Las pancartas y consignas coreadas mostraban el hartazgo de la sociedad mexicana y el rechazo a unas autoridades a las que responsabilizan de las desapariciones de los jóvenes estudiantes.
“Para mí el gobierno está podrido de corrupción, de injusticia, de negocio, de alianza con el narcotráfico… Por lo tanto creo que tenemos que pelear eso; que se vayan todos”, destacaba una manifestante.
Violencia, impunidad y corrupción; un cóctel que parece haber acabado con la paciencia de los mexicanos. La desaparición de los 43 estudiantes; la gota que ha colmado el vaso.