PUBLICIDADCon pesimismo y a un día de que expire la fecha acordada para alcanzar un pacto. Así afrontan las dos partes implicadas la quinta reunión en cuatro días en Viena sobre el programa nuclear iraní. En lo único que convergen el llamado Grupo 5+1 formado por China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia más Alemania, y Teherán es en las diferencias que les separan.
Por un lado la definición de la pureza y la cantidad de uranio del que puede disponer Irán para desarrollar el programa nuclear civil que reivindica y que sus interlocutores temen que pueda convertirse en la simiente de armas atómicas. Por otro lado, el ritmo al que se deben ir levantando las sanciones que están ahogando la economía del país asiático y cuyo final pidieron el sábado decenas de iraníes en una manifestación.
El ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, ha anunciado su presencia en las conversaciones en la víspera de la fecha límite para llegar a un acuerdo.