PUBLICIDADAl grito de “My Dress, My Choice (mi vestido, mi elección), estas personas denuncian las agresiones contra las mujeres que llevan minifalda, cada vez más frecuentes en la capital de Kenia. Una de estas mujeres fue atacada violentamente por un grupo de hombres que le arrancaron la ropa y la dejaron completamente desnuda en una parada de autobús en Nairobi. El domingo pasado, una niña corrió la misma suerte en un autobús.
Los agresores son liberados tras pagar una multa de menos de un euro, lo que pone en evidencia la inacción de la justicia, según denuncia esta militante proderechos humanos.
Cecilia Brenda Onyango. Activista pro derechos humanos:
“Últimamente, se ha recrudecido la violencia contra las mujeres. No sólo las desnudan, también ha habido violencia sexual, violaciones, no se reduce a casos de mujeres despojadas de su ropa, porque ha habido ancianas de 80 años y niñas de siete años violadas”.
Según el estudio publicado por The Lancet, la magnitud del problema es epidémica, planetaria. Además, es una violencia oculta,
En el mundo hay entre cien y 140 millones de mujeres que han sufrido mutilaciones genitales. Cada año, tres millones de niñas africanas están en peligro de ser mutiladas.
El 7% de las mujeres del mundo corren el riesgo de ser víctimas de una violación a lo largo de su vida. Y el 30% han sido víctimas de la violencia de sus parejas.
Ruqayya Parveen es una de ellas. Una noche, cuando dormía con sus hijos, su marido, alcohólico, la roció con ácido. Perdió su ojo y su oreja izquierdos, y su hijo sufrió quemaduras en la espalda. Han pasado 18 meses desde entonces, pero sigue sin poder dormir por el dolor, no puede trabajar y se siente olvidada, abandonada en su desgracia.
Ruqayya Parveen:
“He sido víctima de un ataque con ácido y mañana alguien más sufrirá el mismo destino, porque la ley no está hecha para gente pobre como nosotros. La ley es sólo para los ricos. La gente pobre como yo no tiene ninguna esperanza de que se haga justicia. Pero cada vez que estoy rezando en la alfombra, maldigo a mi marido desde lo más profundo de mi corazón”.
A menudo, este tipo de violencia termina en drama. Un caso reciente es el asesinato de Miss Honduras y de su hermana. El novio de esta última confesó que las mató por celos después de ver bailar a su novia con otro hombre en una fiesta.