El tifón pierde intensidad desde que llegó a Filipinas el sábado, pero las autoridades advierten que todavía es peligroso. Hay tres víctimas mortales y un millón de desplazados.
PUBLICIDADEl tifón Hagupit no abandonará el archipiélago filipino hasta el martes o miércoles de esta semana.
La tormenta se desplaza en dirección norte noroeste a una velocidad de 10 kilómetros por hora. Esta lentitud se traduce en extensas inundaciones en las zonas por las que pasa. Y aunque sus efectos no son comparables a los de Haiyán el año pasado, los afectados no lo perciben así.
“ Comparado con lo que ocurrió con el tifón Haiyán, éste parece más fuerte porque Haiyán no inundó nuestras casas, sólo sentimos fuertes vientos”, decía esta mujer en la provincia de Leyte.
Las autoridades filipinas están todavía evaluando los daños de Hagupit que, hasta el momento, ha provocado 3 muertos y casi un millón de desplazados. En esta ocasión, las autoridades locales parecen haberse preparado mejor que en 2013 con Haiyán, de ahí la reducida cifra de víctimas.
Alexander Pama, portavoz del Consejo Nacional de Gestión y Reducción de Riesgo de Desastres:
“ Las operaciones aereas comenzarán en algunas zonas de la provincia de Samar en cuanto se hayan despejado las carreteras. Estamos esperando a que nos den la autorización para los vuelos y las operaciones de rescate podrán comenzar”
Los desplazados se encuentran en los más de 1000 centros de evacuación, aunque en la isla de Leyte, por donde el tifón ya ha pasado, la gente ha comenzado a regresar a sus hogares.