Decenas de personas permanecen en las calles de Hong Kong, pese al desalojo del último campamento del movimiento pro democracia. La policía ha puesto
PUBLICIDADDecenas de personas permanecen en las calles de Hong Kong, pese al desalojo del último campamento del movimiento pro democracia. La policía ha puesto fin a las protestas, con la detención de más de un centenar de manifestantes. En doce horas las fuerzas del orden hicieron desaparecer el último campamento de “la revolución de los paraguas”, levantado hace 11 semanas.
Aunque la ocupación de las calles ha llegado a su fin, el movimiento ha calado hondo y ha supuesto el despertar de una conciencia política.
“El Gobierno y los que están en el poder podrán ser capaces de limpiar nuestras carreteras y calles, pero no van a poder ganarse los corazones de la gente, especialmente, de las dos próximas generaciones de jóvenes, hombres y mujeres, que han sido el motor de la revolución de los paraguas”, dice un parlamentario pro democrático.
Durante el desalojo, los manifestantes gritaron consignas como “Democracia ya” o “Dimisión”, en referencia al jefe de Gobierno de Hong Kong, región administrativa bajo control de Pekín.
China ya ha anunciado que si la excolonia británica no acata la reforma electoral aprobada en agosto, que contempla el sufragio universal con restricciones, los hongkoneses perderán su derecho a voto. Gran parte de la ciudadanía exige democracia sin condiciones.