El autor, Man Haron Monis, era un refugiado iraní, presuntamente cómplice en el asesinato de su exmujer. Había sido acusado en cuarenta ocasiones de
PUBLICIDADEl autor, Man Haron Monis, era un refugiado iraní, presuntamente cómplice en el asesinato de su exmujer. Había sido acusado en cuarenta ocasiones de agresiones de índole sexual y se tenía a si mismo por un líder religioso. Pese a solicitar durante el secuestro una bandera del grupo Estado islámico se estima que actuó por iniciativa propia
“Las actividades de cualquier individuo que actúa solo, como creemos que lo hacía el agresor, sin dar ningún tipo de aviso, sin hacerse notar, hace muy difícil que la policía y las fuerzas de seguridad puedan interceptar este tipo de actividades. Por supuesto necesitamos seguir recabando datos, necesitamos seguir trabajando para conocer lo ocurrido antes de emitir cualquier juicio al respecto.Eso ocurrirá en los próximos días o meses”, explicaba Andrew Colvin, comisionado de la Policía federal australiana.
Man Haron Monis tenía además una presencia activa en Internet, donde lanzaba sus proclamas. No obstante, de momento, el grupo Estado Islámico no ha hecho público ningún tipo de mensaje reivindicativo, lo que refuerza la teoría del “lobo solitario”, algo que dificultó su detección por parte de las fuerzas del orden.