El presidente ruso ha congelado el precio de esta bebida alcohólica, omnipresente en Rusia, tras el constante aumento de precio que ha experimentado
El presidente ruso ha congelado el precio de esta bebida alcohólica, omnipresente en Rusia, tras el constante aumento de precio que ha experimentado durante el último año, un 30%.
Con el rublo devaluado y la peor crisis económica desde 1998, Putin quiere mantener su popularidad a flote.
Según ha explicado, el incremento del precio del vodka está provocando que los rusos beban licores u otros alcoholes ilegales, más nocivos para la salud.
Un estudio publicado por varias universidades internacionales el año pasado revela que un cuarto de los hombres rusos muere antes de llegar a los 55 años. Y su afición por la bebida, en especial por el vodka, tiene mucho que ver.