Las olas del devastador tsunami de hace diez años no sólo provocaron miles de muertos y destruyeron pueblos costeros, sino que también tuvo consecuencias irreversibles para muchos de los superviviente
PUBLICIDADLas olas del devastador tsunami de hace diez años no sólo provocaron miles de muertos y destruyeron pueblos costeros, sino que también tuvo consecuencias irreversibles para muchos de los supervivientes.
Sólo en la ciudad india de Nagapattinam, al sur del país, murieron 6.000 personas, en su mayoría familias de pescadores.
Lakshmi, perdió cuatro de sus hijos en la catástrofe. Pero su vida ahora sigue siendo dura, con un hijo discapacitado y un marido alcohólico.
“Siempre estoy preocupada por mi hijo porque no puede andar bien. Me preocupa su futuro. Cada día tengo que llevarle al hospital para su rehabilitación y que le pongan inyecciones. Ahora tengo tres problemas: la casa, conseguir el dinero para el sustento diario y este niño. Con todo esto encima, no puedo ni comer en condiciones”, explica Lakshmi.
Lakshmi ha tenido que empeñar sus joyas durante los últimos seis años, con el fin de pagar los tratamientos que su hijo recibe en el hospital, y todo con la esperanza de que pueda recuperarse y llevar una vida normal: “He empeñado mis joyas y con el dinero de la indemnización que nos dieron tras el tsunami cubro los gastos de la casa. Ya hemos gastado las 300.000 rupias de ese fondo, así que también hemos tenido que pedir dinero prestado a nuestros vecinos”.
Su marido, Kolandavelu, sale de casa por la mañana temprano para jugar a las cartas con los amigos y no regresa hasta tarde, después de aliviar sus penas con el alcohol.
También ha vuelto a ir al mar para la pesca, pero rara vez contribuye a las cosas de la casa.
“Cuando gano un poco más, entonces doy dinero a mi familia, pero si no gano lo suficiente, no lo hago, claro”, responde Kolandavelu
El tsunami ha dejado miles de huérfanos en la India, tres cuartas partes de las 12.405 víctimas indias eran mujeres y niños.