Navidades complicadas para los rusos. El inicio de las fiestas se ha visto empañado por otro revés económico. La caída del precio del petróleo y las
PUBLICIDADNavidades complicadas para los rusos.
El inicio de las fiestas se ha visto empañado por otro revés económico.
La caída del precio del petróleo y las sanciones occidentales siguen castigando al rublo, que se ha vuelto a depreciar un 5%. Desde verano, la moneda rusa ha perdido el 40% de su valor.
“Prefiero tener el dinero en tres divisas y ver en qué y cuándo gasto cada una de ellas. Si tengo que comprar en rublos, guardo rublos; si necesito euros, guardo los euros y si es en dólares pues en dólares. Prefiero dividir mi dinero y tenerlo en bancos diferentes. Así, si un banco tiene problemas, no me afectará mucho”, decía una vecina de Moscú.
Las caídas de los bancos y la depreciación de la moneda están provocando que los rusos con fuerte poder adquisitivo compren bienes de lujo como coches de alta gama.
“Todos los coches con el precio original en rublos se quitaron de la exposición en dos semanas. No tenemos más coches a la venta con el precio en rublos. Nuestros proveedores han tardado mucho en mandarnos nuevos coches ya que no tienen ni idea de que precio poner con el actual cambio”, comenta el responsable comercial de Lamborghini en Moscú, Serguéi Mordovn.
La depreciación del rublo, las sanciones económicas, la caída del precio del petróleo y una inflación que alcanzó el 9% a finales de 2014 están haciendo perder popularidad a un Vladímir Putin que estará en el cargo hasta 2018.