Israel vota en unas elecciones generales anticipadas que marcan el futuro político del primer ministro, Benjamín Netanyahu. El candidato del Likud
PUBLICIDADIsrael vota en unas elecciones generales anticipadas que marcan el futuro político del primer ministro, Benjamín Netanyahu.
El candidato del Likud que aspira a un cuarto mandato, intenta a toda costa arañar los votos de su electorado más conservador, afirmando que no habrá un Estado palestino.
Tras votar en Jerusalén tampoco olvidaba a sus rivales en las urnas: “Para evitar que un partido de izquierdas llegue al poder la única cosa que hay que hacer es cerrar filas y votar por el Likud”, decía Benjamín Netanyahu.
Un discurso bien diferente tiene la Unión Sionista, la agrupación de centroizquierda que lideran la exministra, Tzipi Livni, e Isaac Herzog. Favoritos en los sondeos proponen ideas nuevas para una ciudadanía huérfana de medidas sociales.
“Quiero el cambio, la esperanza y, por supuesto, hacer todo lo que sea positivo para Israel. Si obtengo el mandato trabajaré para que Israel tenga el mejor gobierno”, comentó Herzog tras votar en Tel Aviv.
Los 120 escaños del Parlamento israelí están en juego. Las urnas cerrarán a las 22h00 hora local, las 21h00 hora de Bruselas.
La jornada electoral transcurre bajo estrictas medidas de seguridad, especialmente en Jerusalén.
Sea cual sea el resultado de los comicios los analistas coinciden al señalar que el ganador tendrá que hacer encaje de bolillos para formar una coalición que garantice la estabilidad.