Durante su viaje este sábado a Nápoles, en donde visitó una cárcel y almorzó con los presos, el papa Francisco aprovechó también para denunciar la
Durante su viaje este sábado a Nápoles, en donde visitó una cárcel y almorzó con los presos, el papa Francisco aprovechó también para denunciar la saturación que viven los centros penitenciarios en el país, donde los internos se amontonan en celdas de pocos metros cuadrados.
El pontífice también también visitó el barrio periférico de Scampia, directamente relacionado con la mafia y una de las zonas con los índices de pobreza, criminalidad y desempleo más altos de Italia. De hecho, Francisco ha tenido palabras muy duras contra la Camorra, a la que describió como una “sociedad corrupta que apesta”.