Grecia paga, pero sigue en situación límite. El Gobierno dio orden este jueves al banco central del país para que abonara al Fondo Monetario
PUBLICIDADGrecia paga, pero sigue en situación límite. El Gobierno dio orden este jueves al banco central del país para que abonara al Fondo Monetario Internacional (FMI) los 459 millones de euros que vencían de parte de su ayuda en préstamos.
El lunes, el ministro de Finanzas Yanis Varufakis viajó expresamente a Washington para asegurar a la directora general del FMI, Christine Lagarde, que su Ejecutivo cumpliría con sus obligaciones. Sin embargo, el calendario de pagos para Atenas es como una espada de Damocles porque las negociaciones con Bruselas para desbloquear las ayudas pendientes siguen estancadas.
La oficina de pagos de la administración realiza equilibrios para atender todas las urgencias. Aunque a nivel público se garanticen todos los pagos, a nivel privado se reconoce una situación cada vez más alarmante.
“Anticipamos la conclusión de las negociaciones y creemos que, con ella, no tendremos que lidiar con estas adversidades de liquidez que afrontamos hoy”, deseó en declaraciones a Euronews el viceprimer ministro de Finanzas, Dimitris Mardas.
Concretamente, Atenas tiene como próximas citas de pago quinientos millones de euros en salarios y pensiones el 14 de abril; mil millones de deuda para refinanciar en letras del Tesoro a tres y seis meses el 15; y otros 770 millones que devolver al FMI el 12 de mayo.
El Eurogrupo del 24 de abril, en Riga, debe decidir entre los ministros de Economía de la eurozona si finalmente se desbloquea el último tramo de ayuda 7.200 millones de euros que está congelado desde agosto pasado. La reuniones técnicas que tienen lugar en Bruselas siguen encalladas en cómo el gobierno de Tsipras cifra sus reformas alternativas.
Por otra parte, el Banco Central Europeo (BCE) decidió volver a elevar en 1.200 millones de euros su ayuda de urgencia de liquidez a los bancos griegos hasta los 73.200 millones para que el sistema financiero heleno pueda afrontar la importante huida de capitales.