Cada año, al principio de la primavera, el desierto de Lompoul, en el norte de Senegal, se convierte en escenario del Festival del Sahel. Un evento
PUBLICIDADCada año, al principio de la primavera, el desierto de Lompoul, en el norte de Senegal, se convierte en escenario del Festival
del Sahel. Un evento consagrado a la música procedente de esta zona geográfica situada entre el desierto del Sáhara y la sabana
sudanesa.
Modou N’Diaye es músico en la región de Cassamance, en el sur de Senegal. Para él, este festival significa sobre todo la unión de
distintas tradiciones musicales.
“Esto es como una reunión. Una reunión de culturas, para eso fue creado este festival en Senegal, para que unas culturas se crucen
con otras. Ayer, por ejemplo, estuvo aquí tocando el hijo del músico maliense Ali Farka Touré. Todo el mundo pudo ir al concierto.
Vino especialmente a Senegal para tocar en este festival”, explica N’Diaye.
Sahad Sarr, es cantante y guitarrista del grupo “Sahad and the Nataal Patchwork” de Dakar, la capital de Senegal.
“Uno de los objetivos principales de este evento es promocionar la cultura del Sahel. Promocionar su sabiduría, su manera de vivir.
Creo que este es el objetivo del Festival del Sahel”, explica Sarr.
El evento celebrado entre el 4 y el 6 de abril recibió este año a dos mil personas. Desde 2009, año de su fundación, el Festival
del Sahel ha recibido a 30 grupos de música procedentes de 14 países. Además de conciertos, los visitantes pueden asistir a exposiciones, talleres y proyecciones.