Primer acercamiento físico entre Obama y Castro, antes del esperado cara a cara entre los jefes de Estado de Estados Unidos y Cuba desde 1956. Un
PUBLICIDADPrimer acercamiento físico entre Obama y Castro, antes del esperado cara a cara entre los jefes de Estado de Estados Unidos y Cuba desde 1956. Un deshielo que se está escenificando en la Cumbre de las Américas de Panamá.
Gestos que no esconden la tensión reinante, ya que horas antes, la delegación cubana abandonaba el Foro Social debido a la presidencia de disidentes cubanos con los que Barack Obama se reunió en una mesa redonda.
“Somos respetuosos de las diferencias entre nuestros países”, dijo Obama al asegurar que “los días” en que EE.UU. “podía inmiscuirse con impunidad” en la región “son cosa del pasado”.
“Estados Unidos comienza un nuevo capítulo en sus relaciones con Cuba. Espero que permita crear las condiciones para que mejore la vida de los cubanos”, dijo Obama durante el foro de la sociedad civil.
El proceso para la restitución de relaciones diplomáticas bilaterales entre ambos países ha dejado al tradicional aliado del régimen castrista un poco solo. El presidente de Venezuela no ha dudado en escenificar su política antiestadounidense rindiendo tributo a las víctimas de la invasión estadounidense de Panamá en 1989.
Acto seguido, Nicolás Maduro expresaba su deseo de ver “una nueva era de relaciones” con Washington. “Estamos en una batalla de ideas, en una lucha porque se respete Venezuela y venimos constructivos, para hacer historia mediante el respeto. No es tiempo de imperialismo sino de paz”, ha dicho Maduro, sin que sus declaraciones hayan sido precedidas de gestos de acercamiento. Son el resultado de la presión que ejerce el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos.