Italia, completamente desbordada ante la afluencia masiva de inmigrantes africanos propiciada por el buen tiempo. Esta mañana, otros 300 han
PUBLICIDADItalia, completamente desbordada ante la afluencia masiva de inmigrantes africanos propiciada por el buen tiempo.
Esta mañana, otros 300 han desembarcado en el puerto siciliano de Pozzallo. Se unen a los más de diezmil llegados en los últimos cinco días en una travesía en la que habrían muerto al menos 450 personas.
Entre las numerosas amenazas a las que se enfrentan, la falta de escrúpulos de los traficantes, que ayer metieron en embarcaciones a individuos con importantes quemaduras sufridas en un incendio anterior a su viaje.
Diez fueron detenidos ayer en la ciudad de Augusta.
“Los traficantes son libios, son todos malos, no hay ninguno bueno”, cuenta este inmigrante. “Nunca se suben al bote. Solo te meten en él y te dejan ahí. A partir de entonces todo depende de ti. Y de Alá. Los tipos libios no son buenos. Te pegan, te matan, gracias a Alá, he sobrevivido”.
Los indocumentados también deben enfrentarse a grandes tensiones durante el trayecto. En Palermo, quince inmigrantes musulmanes fueron detenidos acusados de arrojar al mar a doce compañeros de patera por ser cristianos. Según la policía italiana, otros habrían sobrevivido formando una cadena humana.
Las autoridades italianas han mostrado su cólera ante la pasividad de Bruselas. A pesar de ser un problema europeo, dicen, se encargan del noventa por ciento de la vigilancia y el rescate.
“Con un pronóstico meteorológico tan bueno para los próximos días, con un mar en calma, esperamos más llegadas”, comenta este jefe de guardacostas.
En 2013 Italia lanzó su operativo Mare Nostrum, que en un año consiguió salvar a 150 000 personas con un presupuesto de 114 millones de euros. Fue sustituido por la misión europea Triton, de Frontex, a la que se destinaron menos de tres millones al mes.