Portugal: "Las personas están acostumbrándose a vivir con menos dinero"

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Por Euronews
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En 2011, Portugal recibió 78.000 millones de euros de ayuda financiera de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional. En mayo del año

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En 2011, Portugal recibió 78.000 millones de euros de ayuda financiera de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional.

En mayo del año pasado salió con luces y sombras del rescate de tres años pactado con la troika. Portugal planea devolver anticipadamente gran parte del dinero prestado, ya que las autoridades aseguran que tienen un buen colchón para hacer frente a salarios y pensiones.

Sin embargo, para la población los datos no son tan optimistas. El consumo ha descendido de forma significativa en Portugal. El desempleo afecta al 13% de la población activa y los salarios son cada vez más bajos.

Además, según un informe publicado por Cáritas Europa, Portugal es el país de la Unión Europea en el que más ha crecido el riesgo de pobreza y de exclusión social. En 2013, la tasa aumentó un 2,1%, hasta situarse en un 27% de la población. Según Cáritas, 2.8 millones de lusos se encuentran en riesgo de pobreza.

Para darnos una visión más amplia de cómo ha afectado este ajuste económico y financiero a los portugueses, euronews ha entrevistado a Paulo Almoster.

Dulce Dias, euronews: Hola Paulo Almoster y gracias por estar con nosotros.

Paulo Almoster: Buenas tardes, Dulce.

Euronews: Es editor de economía de la TVI y, por lo tanto, se encuentra en un buen lugar para analizar los cambios que tuvieron lugar en estos últimos años. ¿Puede decirnos que cambió, estructuralmente, en la Administración, en el Estado portugués?

Paulo Almoster: En el Estado portugués ha habido pocos cambios estructurales. Y lo mismo en la economía portuguesa. No ha habido mucho tiempo para que el programa de la troika tenga efectos estructurales.

Pero en la vida de los portugueses y en la relación del Estado con los ciudadanos sí hubo un cambio estructural que llegó para quedarse y que es el aumento de impuestos.

Ante la necesidad de cumplir las metas acordadas con la troika en 2012, el Gobierno los incrementó enormemente. Para que se haga una idea, el IRS, el impuesto sobre la renta, aumentó cerca de un 30%.

Euronews: Y ese aumento, ¿continuará? ¿Se quedara así?

Paulo Almoster: La cuestión es que no hay grandes perspectivas. No está claro cómo se podrá aliviar esta carga fiscal tan pesada en los próximos años. Porque el país firmó unos compromisos, en términos europeos, que obligan a reducir la deuda durante los próximos 20 o 30 años.

Por lo tanto, desde mi punto de vista, este enorme aumento de impuestos vino para quedarse.

Euronews: ¿Y cómo afecta eso diariamente a los portugueses?

Paulo Almoster: El caso es que las personas están acostumbrándose a vivir con menos dinero. Los portugueses verdaderamente son más pobres. Los salarios no cambiaron mucho, pero son salarios antes de impuestos. Por tanto, el rendimiento neto de las personas es mucho menor ahora.

Estoy hablando de la clase media, que es la mayoritaria en el pago de impuestos.

En términos de consumo, por ejemplo, la gente ha dejado de comprar coches y, por lo tanto, la venta de automóviles cayó en picado.

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En el supermercado la gente compra ahora carne de pollo o pavo, que es mucho más barata, en vez de ternera. Es un ejemplo concreto de cómo los ciudadanos se adaptan a esta situación.

La gente también ha empezado a llevarse la comida al trabajo. Los restaurantes han sufrido las consecuencias y han experimentado una profunda crisis.

En los últimos años, en Portugal se han disparado las ventas de máquinas para preparar comida – como Bimbis o Thermomix – hasta alcanzar cifras récord.

Muchas personas se van menos de vaciones y, cuando lo hacen, se quedan en Portugal en vez de ir al extranjero. Eso ha beneficiado al turismo portugués, pero no fue una opción. Es porque la gente no tenía dinero.

Euronews: Este cambio de comportamiento ¿es un verdadero cambio de mentalidad o es solo coyuntural?

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Paulo Almoster:
Es difícil saberlo porque no ha pasado mucho tiempo y las personas todavía están muy resentidas con la troika y los políticos.

Vamos a tener elecciones ahora, en septiembre u octubre, elecciones parlamentarias y en ese momento veremos si los ciudadanos van a penalizar a los partidos.

Pero, cuando se miran las encuestas, no se ven fenómenos como los surgidos en Grecia, con Syriza, o en España, con partidos como Podemos o Ciudadanos, que están ganando peso político, por lo menos, en los sondeos.

Euronews: La troika salió de Portugal hace seis meses, pero el país aún continúa bajo vigilancia, al menos hasta 2026. ¿Qué futuro ve para Portugal?

Paulo Almoster: Preveo que, ante los compromisos existentes, van a ser años de permanente austeridad. Porque está ese acuerdo de reducir la deuda pública.

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El Estado no va a tener opciones a la hora de reducir lo que cobra a las personas ni tampoco podrá aumentar las pensiones. Porque la población portuguesa está envejeciendo a un ritmo muy alto.

En los últimos años hemos visto emigrar a un gran número de jóvenes. Jóvenes cualificados que salieron de la universidad y que no encontraron en Portugal ninguna perspectiva de futuro ni de empleo. Por lo tanto, hay una generación cualificada, formada en Portugal y que se va a trabajar al extranjero.

Aquí se ha quedado la gente mayor, los jubilados. Cada vez hay más y viven más tiempo. Por lo tanto, las pensiones serán cada vez más bajas y la edad de jubilación será más elevada.

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