La inmigración a través del Mediterráneo podría batir todos los records en 2015

La inmigración a través del Mediterráneo podría batir todos los records en 2015
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Por Euronews
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La Guardia Costera italiana y sus homólogos griegos rescatan cada día a cientos de inmigrantes que tratan de llegar a territorio. Parten de Libia con

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La Guardia Costera italiana y sus homólogos griegos rescatan cada día a cientos de inmigrantes que tratan de llegar a territorio. Parten de Libia con destino el sur de Italia. Llegan a Grecia desde Turquía.

Sin embargo, no todos consiguen su objetivo. Las mafias que controlan estos viajes someten a los inmigrantes a situaciones infrahumanas que, en muchas ocasiones, terminan siendo mortales.

Ante esta dramática situación la Unión Europea decidió en una reunión extraordinaria triplicar su presupuesto para la operación Tritón. Además, planea poner en marcha una misión para luchar contra las redes que trafican con inmigrantes.

En lo que va de año, más de 1.700 personas han perdido la vida en aguas del Mediterráneo. Más de la mitad que todo el año pasado. En abril, un barco con 800 inmigrantes a bordo se hundió frente a la costa de Libia.

En 2014, principalmente Italia y Grecia recibieron más de 250.000. Este año más de 10.000 inmigrantes han llegado a Grecia y más de 20.000 a Italia, lo que representa un 250% más que en el mismo periodo del año pasado.

Con la llegada del buen tiempo el número de inmigrantes que se embarcan con rumbo a Europa aumenta considerablemente, por lo que se teme que se alcancen cifras récord en este 2015.

Nos vamos a Grecia, a la isla de Samos, para conocer cómo viven sus habitantes la llegada de inmigrantes y las artimañas que utilizan las redes de traficantes de personas.

Exhaustos, pero tranquilos. Han sobrevivido a un viaje muy peligroso. Algunos de ellos no saben ni siquiera dónde están. Solo saben que están en territorio europeo y es lo único que les importa.

La actual ola migratoria desde Turquía a las islas griegas no tiene precedentes. Cada día, cientos de inmigrantes y refugiados zarpan desde las costas turcas a la isla de Samos.

Nikoleta Drougka, euronews:

“Cada día llegan inmigrantes aquí, a la pequeña playa de Sideras. Eligen este punto en particular no solo porque está aislado, sino porque está a tan solo unos cientos de metros de la costa de Turquía. Es una distancia que se puede hacer a nado”.

Pero muy pocos necesitan nadar, porque siempre hay barcos disponibles, para aquellos que pueden pagarlos.

¿Cómo llegan exactamente? Los residentes de Samos dicen que siguen un patrón. La mayoría vienen en botes hinchables que están sobrecargados. Viajan por la noche y llegan a varios puntos del este de la isla. Esperan hasta el amanecer para ir andando al puerto de Vathi, que está a doce kilómetros.

Los griegos afirman que los inmigrantes reciben instrucciones muy claras por parte de los traficantes.

“Estamos en el área de Sideras, donde llegan cada día barcas con inmigrantes. Cuando están cerca de la costa, lo primero que hacen es destruir las lanchas, para que se hundan. Por ese motivo, la mayor parte de las veces provocan ellos mismos su muerte, porque cuando llega la Guardia Costera es demasiado tarde”, dice un pescador griego.

La Guardia Costera de Samos confirma la historia. Los inmigrantes siguen el mismo patrón de conducta.

“La mayoría de los incidentes ocurren en el mar. Cuando los inmigrantes divisan nuestros navíos de patrulla destruyen su lancha hinchable poniendo en peligro sus vidas. Nosotros intentamos rescatarles lo más rápido posible. Luego les llevamos a tierra, a las dependencias de la Guardia Costera. Después son transferidos a los centros de detención, donde permanecen bajo vigilancia policial”, explica Thomas Tsiausis, de la Guardia Costera griega.

Después de poner en riesgo su vida, llegan al centro de detención temporal. Está cerca del puerto de Vathi, y aquí los inmigrantes esperan por sus papeles para poder salir de la isla.

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Pero las instalaciones están cortas de personal y las condiciones sanitarias son malas. La mayoría esperan pacientes, ya que esto es mejor que el infierno que dejaron atrás.

“El régimen de Al Assad quería que fuera al Ejército. Me escapé para no matar a mi pueblo”, dice un joven sirio.

“Quizás me quede aquí en Yunan o puede que vaya a Europa, a otros países como Holanda o Dinamarca. Quiero ir a la universidad porque me gustaría ser médico”, cuenta otro joven, también sirio.

La gente de Samos entiende el drama de los inmigrantes. Sin embargo, les indigna que los traficantes les exploten de esta forma y de que no se haga nada para poner freno a esta situación.

“Cuando llegan saben exactamente qué hacer, dónde ir, nunca se pierden. Nos saludan, nos hacen señas para que llamemos a la Guardia Costera, para que les recoja. Cuando desembarcan encienden hogueras para calentarse y secar sus ropas antes de marcharse. Esto nos preocupa mucho porque una chispa podría provocar un incendio y extenderse al resto de la isla”, dice un vecino.

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“Nos preocupa que traigan enfermedades. Nos preocupa porque no sabemos qué tipo de gente son. Además, no es bueno para el turismo tener las playas llenas de plásticos de las lanchas, zapatos, ropa y todo tipo de basura contaminante”, dice una ciudadana de Samos.

En los cuatro primeros meses del año el número de inmigrantes que han llegado a Grecia es de dos tercios del total de todo el año pasado. Con el buen tiempo, se cree que este año la cifra batirá todos los records.

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