La enfermedad estaba erradicada desde el año 1987. Sin embargo un niño de seis años permanece ingresado en un hospital en Barcelona por difteria, una
La enfermedad estaba erradicada desde el año 1987. Sin embargo un niño de seis años permanece ingresado en un hospital en Barcelona por difteria, una grave enfermedad infecciosa, que no se diagnosticaba en Cataluña desde 1983.
Según fuentes sanitarias se trata de un niño, vecino de una localidad de la región de Cataluña que no había sido vacunado.
Los síntomas habrían comenzado el día 25 de mayo. El chico se encuentra en estado grave según el último parte médico. Las autoridades sanitarias de la Generalitat intentan ahora detectar cómo pudo contagiarse y vigilan a unas 150 personas que estuvieron en contacto recientemente con él por temor a posibles contagios. Se da la circunstancia de que estuvo en un campamento escolar poco antes de caer enfermo.
El tratamiento con antitoxina diftérica para el niño llegó el pasado lunes desde Rusia gracias a gestiones diplomáticas entre ambos países. Desde el domingo las autoridades españolas buscaban el tratamiento contra esa enfermedad, porque EEUU y los países del entorno europeo carecían de la antitoxina adecuada.
Los antivacunas en el punto de mira
Según la Generalitat de Cataluña el niño no habría sido vacunado porque sus padres son contrarios al uso de vacunas. En pocas horas las redes sociales en España se han llenado con mensajes contra los “antivacunas”, las personas que consideran más natural no vacunarse.
Sanidad, sobre el caso de difteria en Olot: "Cualquier campaña en contra de las vacunas es una irresponsabilidad" http://t.co/AMpDzkddEK
— EL PAÍS (@el_pais) junio 2, 2015
Gracias, antivacunas: primer caso de difteria en España en 28 años #Cienciahttp://t.co/zMhhB9Jt8Tpic.twitter.com/6kvSEr8VYD
— Microsiervos (@microsiervos) junio 2, 2015
Un saludo a los antivacunas #Difteriapic.twitter.com/8HM9Y8Zb73
— Principia Marsupia (@pmarsupia) junio 2, 2015
La difteria provoca lesiones multiorgánicas
La difteria es una enfermedad infecciosa producida por el bacilo ‘c. diphtheriae’ que se manifiesta en la laringe y transmite por las secreciones de nariz, estornudos, sudor o lágrimas de las personas infectadas y afecta exclusivamente a humanos.
Cuando la bacteria crece libera unas toxinas que van a la sangre y pueden provocar lesiones en el corazón, los riñones y el sistema nervioso y suele tener un pronóstico reservado hasta los 50 días después de haberse iniciado.
La vacuna contra esta enfermedad se administra normalmente combinada con la del tétanos y la tos ferina.
El calendario de vacunaciones es seis dosis, las tres primeras a los dos, cuatro y seis meses de edad, otra a los 18 meses, y entre los cuatro y los seis años otra dosis de recuerdo y una final a los 16 años.
Las autoridades sanitarias españolas subrayaron hoy la importancia de vacunarse y seguir todos los calendarios de vacunación, para evitar consecuencias graves.
EFE/ euronews