Las siete potencias industriales reunidas durante los últimos dos días en los Alpes bávaros han querido dar un mensaje unitario y contundente al
Las siete potencias industriales reunidas durante los últimos dos días en los Alpes bávaros han querido dar un mensaje unitario y contundente al Kremlin.
Además de haber apartado del club a Moscú por la anexión de Crimea, en su comunicado final el G7 ha insistido en que no levantará las sanciones hasta que Rusia se comprometa a respetar los acuerdos de Minsk.
“Como hemos visto en los últimos días, las fuerzas rusas siguen interviniendo en el este de Ucrania, violando su soberanía y su integridad territorial. El G7 quiere dejar claro que si es necesario está dispuesto a imponer nuevas sanciones a Rusia”, decía el presidente estadounidense Barack Obama.
“Estamos de acuerdo en que el levantamiento de las sanciones está vinculado a la aplicación de Minsk y estamos listos, si es necesario, aunque no es nuestro deseo, a reforzar las sanciones”, apuntaba la canciller alemana Angela Merkel.
Otro de los asuntos importantes que han discutido los miembros del G7 ha sido la lucha contra el cambio climático. Los siete mandatarios se han comprometido a que la conferencia de diciembre en París no se quede en agua de borrajas. El objetivo es reducir 2ºC el calentamiento global y de aquí a 2050 disminuir entre un 40% y 70% las emisiones de gases de efecto invernadero.