Francia exige respuestas a Estados Unidos por el espionaje a sus presidentes. Los últimos documentos de WikiLeaks publicados por Libération y
Francia exige respuestas a Estados Unidos por el espionaje a sus presidentes.
Los últimos documentos de WikiLeaks publicados por Libération y Mediapart, han tenido consecuencias inmediatas. François Hollande, tras presidir un Consejo de Defensa extraordinario, ha enviado a Washington a dos de sus responsables de inteligencia.
La embajadora estadounidense, Jane Hartley, ha sido convocada al Quai d’Orsay por el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius: “Uno comprende que pueda haber escuchas respecto a los terroristas. Pero esto no tiene nada que ver con las escuchas a dirigentes aliados y amigos. Por eso he pedido a la embajadora que nos de respuestas rápidamente”, ha comentado Fabius.
Hollande también ha hablado por teléfono con su homólogo Barack Obama que ha reiterado sin ambigüedad su compromiso para acabar con estas prácticas.
“Es obvio que actualmente sigue persistiendo la amenaza del terrorismo extremista dentro de Francia. Es obvio que el Gobierno francés y los franceses consideran estas amenazas como muy serias y estamos encantados de que Estados Unidos, dada nuestra especial relación y nuestras capacidades excepcionales, pueda ayudarles en su esfuerzo, para que el país y los franceses estén seguros”, ha dicho el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Los documentos de WikiLeaks confirman que Jacques Chirac, Nicolas Sarkozy y François Hollande fueron espiados entre 2006 y 2012.
La indignación en la jefatura del Estado francés es absoluta.