17 horas de reuniones para alcanzar un acuerdo por unanimidad. Alexis Tsipras ha aceptado un plan de reformas. A cambio, los líderes de la eurozona
PUBLICIDAD17 horas de reuniones para alcanzar un acuerdo por unanimidad. Alexis Tsipras ha aceptado un plan de reformas. A cambio, los líderes de la eurozona están listos para negociar el tercer plan de rescate de Grecia.
La declaración de los líderes de la eurozona, en español
La declaración original de los líderes de la eurozona, en inglés
El montante de la ayuda financiera alcanzaría los 86.000 millones de euros provenientes del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). El año que viene, una vez que expire el actual programa, volvería a entrar en juego el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Tsipras acepta también una condición impuesta por Alemania. Crear un fondo para privatizar los activos griegos. Merkel renuncia a que radique en Luxemburgo. Estará en Grecia, gestionado por Atenas pero con la supervisión de las Instituciones europeas.
Este fondo debería alcanzar los 50.000 millones de euros. La mitad servirían para recapitalizar los bancos griegos. La otra mitad (25.000 millones de euros), sería repartida a partes iguales para pagar la deuda y para invertir en la economía del país.
La Comisión Europea trabajará con el Gobierno griego para relanzar el crecimiento y facilitar la creación de empleo, en base a la propuesta de Jean-Claude Juncker, 35.000 millones para invertir en Grecia, con cargo a los fondos europeos.
Aunque antes de que empiece la negociación sobre el rescate, el parlamento griego debe aprobar seis medidas, cuatro de aquí al miércoles.
Especialmente los recortes automáticos en caso de desviación sobre el objetivo de déficit.
La simplificación del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), ampliando la base impositiva para aumentar los ingresos. Sin olvidar la reforma del sistema de pensiones para garantizar su viabilidad.
El documento aprobado en la cumbre de la eurozona exige a Grecia un calendario para la liberalización de su economía, siguiendo las recomendaciones de la OCDE. Más flexibilidad en el mercado laboral y la privatización de la red eléctrica.