Grecia claudica pero las dudas siguen en el seno de la eurozona. Tras el acuerdo alcanzado en Bruselas, aun queda por ver cómo hacer llegar a Atenas
Grecia claudica pero las dudas siguen en el seno de la eurozona. Tras el acuerdo alcanzado en Bruselas, aun queda por ver cómo hacer llegar a Atenas la ayuda financiera para que haga frente a sus pagos más inmediatos.
Lo expresaba Jeroen Dijsselbloem tras ser reelegido presidente del Eurogrupo por otros dos años: “Ahora estamos hablando sobre el diseño de un programa completamente nuevo para tres años. Eso supondrá mucho más en términos de contenidos, compromisos y necesidades de financiación y hará falta tiempo para negociar. Hemos pedido a las instituciones que lo hagan lo antes posible pero probablemente estará más cerca de las cuatro que de las dos semanas. Eso es lo que yo creo y algunos me llaman optimista.”
El acuerdo incluye cesiones de Grecia en materia de pensiones y mercado laboral y la creación de un fondo de activos públicos helenos para pagar la deuda bajo vigilancia de las instituciones europeas.
Berlín ha obligado a Tsipras a traspasar muchas de sus líneas rojas. Una reciente encuesta muestra que más de la mitad de los alemanes respaldan el tercer programa de rescate a Grecia aunque una gran mayoría duda de la voluntad de Atenas para cumplir los compromisos.