El paseo marítimo de la isla griega de Lesbos presenta una visión idílica. Sin embargo, detrás de los restaurantes y hoteles, cientos de inmigrantes
El paseo marítimo de la isla griega de Lesbos presenta una visión idílica. Sin embargo, detrás de los restaurantes y hoteles, cientos de inmigrantes viven en condiciones cada vez más precarias.
Lesbos, la tercera isla griega más grande, cuenta con 25.000 indocumentados. Allí viven con escasez de agua y de asistencia médica, expuestos a altas temperaturas
“Huímos de la muerte pero nos la encontramos a cada paso en nuestro camino. Escapamos de ella en nuestro país para encontrarla en el mar, y huímos del mar para encontrarla en el campamento”, dice un ciudadano sirio.
“Quiero ir a Alemania, porque, por lo que he oído, allí me van a respetar. No necesito dinero, ni pan, ni carne, no necesito nada de eso. Lo que necesito es que mis hijos vayan a la escuela”, comenta un joven, también sirio.
Cada día, unos 700 inmigrantes alcanzan Lesbos o son rescatados por la guardia costera griega.
La mayoría son sirios y afganos.Hasta 10.000 de ellos no han podido obtener los documentos necesarios para ir a otro país.
“Es como si la comunidad internacional, la Unión Europea, la Cruz Roja y la ONU me hayan dado una bomba cuya mecha se quema muy lentamente, y yo estoy desesperado pidiendo ayuda para apagarla, pero están a la espera de que la bomba explote antes de venir a ayudarnos”.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) cifra en 150.000 el número de inmigrantes que han llegado a Europa por mar desde principios de año. De ellos, 61.000 han desembarcado en Grecia.