La reapertura de la embajada del régimen cubano en la capital estadounidense ha dejado un izado para la Historia, un paso más del deshielo entre
PUBLICIDADLa reapertura de la embajada del régimen cubano en la capital estadounidense ha dejado un izado para la Historia, un paso más del deshielo entre Washington y La Habana.
De la mano de Barack Obama y Raúl Castro ambas naciones se han acercado más que nunca. El presidente estadounidense ha movido todas las piezas que están dentro de sus poderes para normalizar la situación. Sin embargo las sanciones, que dependen del Congreso, siguen entorpeciéndola.
“He insistido en que el levantamiento total del bloqueo, la devolución del territorio ocupado de Guantánamo y el respeto de la soberanía cubana y la compensación por el daño económico y humano causado son cruciales para la normalización de las relaciones”, ha dicho Bruno Rodríguez, ministro de Exteriores de la isla.
“En este momento no hay intención de hablar por nuestra parte sobre el tratado de arrendamiento o los acuerdos con respecto a la base naval, pero entendemos que es un asunto sensible para Cuba. No sé lo que pasará en el futuo, pero no es parte de las conversaciones en nuestra opinión”, ha explicado el secretario de Estado John Kerry.
Estados Unidos ha reabierto recíprocamente la embajada en la capital cubana, pero para que su bandera ondee allí habrá que esperar a que dentro de un mes, el 14 de agosto, Kerry visite el país y la inaugure oficialmente.