Tras las numerosas críticas acerca del elevado coste del proyecto inicial, el ministro para los Juegos de 2020 y el gobernador de Tokio han llegado
Tras las numerosas críticas acerca del elevado coste del proyecto inicial, el ministro para los Juegos de 2020 y el gobernador de Tokio han llegado finalmente a un acuerdo de colaboración con el que hacer frente a la construcción de un nuevo estadio.
Se trata de levantar un recinto que no cueste los casi 2000 millones de euros que requería la ya descartada idea inicial. El gobierno de Shinzo Abe colaborará económicamente, aunque:
“El importe de la ayuda financiera de Tokio aún no se ha decidido”, resalta el nuevo ministro. “Los gastos se decidirán sobre la base de la estructura, la forma, el diseño y otras particularidades del nuevo estadio”.
El próximo otoño se convocará un concurso internacional para elegir un nuevo diseño cuya construcción empezaría en febrero de 2016 y concluiría en la primavera de 2020
Paradójicamente, y a pesar de hacer todo esto en busca de un importante ahorro, el proyecto desechado ya ha supuesto un gasto de 45 millones de euros que no se podrán recuperar.