Ya no habrá más ascensor de acceso a la pequeña playa de la Mirandole, en la Costa Azul. El rey Salmán bin Abdulaziz de Arabia Saudí, para quien esta
Ya no habrá más ascensor de acceso a la pequeña playa de la Mirandole, en la Costa Azul. El rey Salmán bin Abdulaziz de Arabia Saudí, para quien esta cala había sido expresamente privatizada, se marchó este domingo junto a su enorme séquito de 1000 personas. En total ha permanecido en esta zona cercana a Cannes una semana, cuando estaba previsto que ocupara la playa por espacio de un mes. La privatización de la misma ha sido durante días objeto de polémica.
“Uno debe saber bien lo que quiere” opina un ciudadano. “Se trata de un gran beneficio para esta región. 1.000 personas han venido aquí y hay que darles de comer. Así que creo que por una semana no había por qué montar tanto revuelo con este asunto”.
Si bien, en efecto, los comerciantes de la zona han hecho su agosto, el cierre al público de la cala suscitó un sinfín de quejas. Hasta 150.000 personas firmaron en contra de una decisión que ignora la Ley de Costas. La presencia del rey y sus acompañantes también ha acarreado un importante despliegue de seguridad.
“No todo tiene un precio”, ha manifestado el consejero de la oposición municipal. “Nosotros no luchamos contra el ir y venir de cualquier multimillonario. Luchamos contra el hecho de que si es uno es multimillonario pueda tranquilamente violar las leyes francesas”.
El rey Salmán y su séquito ya se encuentran en Marruecos donde continuarán con sus vacaciones. En la cala de la Mirandole, la vida vuelve poco a poco a la normalidad, y los bañistas ya han podido darse este lunes un baño muy real.