Decenas de personas hacinadas en un tren para huir de la inseguridad de sus países. Imágenes como esta llevaron a un periodista húngaro, György
Decenas de personas hacinadas en un tren para huir de la inseguridad de sus países.
Imágenes como esta llevaron a un periodista húngaro, György Kakuk, a unirse, desde Grecia, a los refugiados que viajan hacia la frontera serbo-húngara. Tras estar de vacaciones en el país heleno con su familia, optó por quedarse allí para acompañar a los inmigrantes en su periplo.
“Los países de los Balcanes parecen renunciar a la lucha contra la inmigración masiva, no quieren hacer nada al respecto. El objetivo de los griegos, macedonios y serbios es hacer que todas estas personas crucen sus fronteras de la forma más rápida y sencilla”, expresó.
Kakuk quería experimentar la realidad de estas personas en un momento en que los refugiados ocupan las primeras páginas de actualidad en Hungría. Un fenómeno, el de los refugiados, que se entiende mejor desde dentro, según comentó.
“Pensaba que los refugiados eran personas atormentadas, cansadas, sucias, pero he comprobado que no es así. Estas personas, o la mayoría de ellas, no querían irse de los lugares donde vivían. Sin embargo, se vieron forzadas a hacerlo, porque se hizo imposible vivir en esos lugares”, afirmó.
Con imágenes captadas a través de su teléfono móvil, Kakuk, también político, pretende concienciar sobre el drama de miles de personas que buscan llegar a países como Suiza, Alemania o Hungría en busca de una vida mejor.