Por ahora, ningún grupo se ha atribuido la acción, aunque la prensa tailandesa evoca varias hipótesis
PUBLICIDAD“ Un ataque frontal contra el sector turístico” Así califica la Junta Militar tailandesa la explosión que el lunes dejó al menos 19 muertos y más de 120 heridos en uno de los lugares más concurridos de la capital, Bangkok. La bomba detonó en el recinto del templo de Erawan.
Según la Policía la intención de matar es clara:
Somyot Poompummuang, Comisario Jefe de la Policía Nacional de Tailandia:
“ El radio de acción de la bomba era de unos 100 metros y nuestros artificieros creen que el artefacto estaba compuesto de 3 kilos de explosivos”
La explosión, en pleno distrito financiero de la capital, es el peor ataque registrado en Bangkok. Los testigos presenciales describen escenas aterradoras. Como este conductor de taxi-moto que ayudó a los equipos médicos:
“ Oí una explosión y me sobresalté, aunque no tuve miedo. Decidí acercarme al lugar de la detonación para ver lo que ocurría. Vi a muchas personas con los miembros arrancados, brazos y piernas. Ayudé a llevarlos al hospital”
Por ahora, ningún grupo se ha atribuido la acción, aunque la prensa tailandesa evoca varias hipótesis: un ataque inédito de los secesionistas musulmanes del sur del país o un atentado de grupos políticos opuestos a la Junta Militar.