Tailandia intenta recuperarse del peor atentando de su historia. Mientras se homenajeaba a las víctimas en la reapertura del templo de Erawan
Tailandia intenta recuperarse del peor atentando de su historia. Mientras se homenajeaba a las víctimas en la reapertura del templo de Erawan, situado en Bangkok y donde el lunes murieron veinte personas por una explosión, la búsqueda de los responsables continuaba
Las autoridades han descartado la implicación de un grupo internacional y creen que el ataque fue planeado por al menos diez personas. La justicia, que ha pedido ayuda a Interpol, ha interrogado a dos hombres a las que grabaron las cámaras de seguridad y que han denegado su implicación.
Por ahora el único sospechoso sigue siendo un joven cuya identidad es aún desconocida y que dejó una mochila abandonada poco antes de la deflagración. El conductor del vehículo en el que se alejo del templo el supuesto autor de la matanza sostiene que no se pudo comunicar con él y que este mantuvo una conversación telefónica en un idioma que no era tailandés ni inglés,