Estados Unidos sigue luchando por sofocar uno de sus peores veranos de incendios en décadas. Cerca de 20.000 kilómetros cuadros en llamas, que en el
Estados Unidos sigue luchando por sofocar uno de sus peores veranos de incendios en décadas.
Cerca de 20.000 kilómetros cuadros en llamas, que en el estado occidental de Washington, en situación de emergencia desde el viernes, ya superan todos los récords. 200 casas han sido destruídas y otras 12.000 se ven amenzadas.
Actualmente trabajan 30.000 bomberos en cinco estados.
“Estamos reforzando al máximo la contención en el frente del fuego y las zonas pobladas colindantes. Se ven progresos pero, insisto, lidiar con este fuego es como comerse a un elefante, cada bocado a su tiempo, porque todavía queda mucho por delante”, explica uno de los encargados de dirigir las tareas de contención.
Bomberos procedentes de sitios tan remotos como Australia y Nueva Zelanda así com voluntarios de varias partes del país ayudan a los equipos locales a sofocar el fuego, aún incontrolado, en un área de unos 900 kilómetros cuadrados en el condado de Okanoga, el mayor del estado.
Cientos de personas han tenido que ser evacuadas.
Algunos expertos señalan que podría tardarse semanas en controlarlo en su totalidad.
La grave sequía y las altas temperaturas han sido las principales causantes de los fuegos que han arrasado miles de hectáreas.