La tensión entre ambos países está al rojo vivo desde el pasado miércoles, cuando supuestos contrabandistas colombianos atacaron a un grupo de
PUBLICIDADLa tensión entre ambos países está al rojo vivo desde el pasado miércoles, cuando supuestos contrabandistas colombianos atacaron a un grupo de militares venezolanos en la región fronteriza. El viernes, Caracas decretó el estado de excepción y cerró una franja de unos 100 km de los más de 2.000 de frontera común.
Desde entonces, cerca de mil colombianos han sido deportados. En el río Táchira, historias de horror emergen de estas deportaciones forzadas en una de las fronteras más porosas de América Latina.
Desde que comenzó su odisea, sus casas son marcadas con una “D” o una “R”, “como en el holocausto nazi”, según se repite como un mantra en la fronteriza ciudad de Cúcuta, ya en el lado colombiano.
Niños, ancianos y mujeres embarazadas o con bebés en brazos atraviesan el río bajo la aparentemente descuidada mirada de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) de Venezuela que parece haber
abierto la mano ante este drama humanitario.
El Gobierno venezolano acusa a las autoridades colombianas de permitir que grupos armados ilegales, bandas criminales y contrabandistas entren en su territorio para provocar un estallido social en el país.
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela:
“Estamos buscando una nueva frontera, la frontera se nos pudrió, se pudrió la frontera, nosotros somos víctimas del capitalismo, del modelo capitalista paramilitar de la derecha colombiana”
El presidente colombiano ha llamado a la calma y a encontrar una solución diplomática por los cinco millones de colombianos que viven en Venezuela.
Juan Manuel Santos, presidente de Colombia:
“Este no es momento de hacer sonar las trompetas de guerra que algunos quisieran escuchar. Es el momento de obrar con firmeza pero también también con sensatez y con eficacia para solucionar esta situación sobretodo para defender las vidas y la dignidad de nuestros compatriotas”.
Caracas ha incluido a Bogotá en la lista de enemigos exteriores que buscan acabar con el Gobierno bolivariano, que atraviesa una grave crisis económica. Además de la penuria de productos básicos y de la inflación galopante, es el segundo país del mundo con más asesinatos por detrás de Honduras según Naciones Unidas.
Además, los dos países están en una situación política difícil con varias citas electorales en el horizonte; en Colombia habrá locales y regionales el 25 de octubre. En Venezuela, legislativas el 6 de diciembre.
El conflicto fronterizo se discutió hoy de parte y parte en la red social Twitter donde a lo largo del día se han impuesto las etiquetas #deportemosamaduro y #UribeVenezuelaseRespeta.