Tras varias horas de marcha a pie por la autopista que lleva a Bupadest, el grupo de sirios que se saltó el lunes un control policial cerca de Roszke, ha decidido volver al punto de partida
PUBLICIDADLa fatiga pudo con ellos. Tras varias horas de marcha a pie por la autopista que lleva a Bupadest, el grupo de sirios que se saltó el lunes un control policial cerca de Roszke, ha decidido volver al punto de partida.
Anoche regresaron a Roszke en autobuses fletados por el gobierno húngaro. Esa ciudad, situada cerca de la frontera serbia, es paso obligado para los miles de desplazados sirios que llegan a Europa.
Durante el día un millar de refugiados forzaron un control policial en el punto de encuentro cerca del centro de acogida al que los desplazados deben ir a inscribirse para pedir asilo. Hubo enfrentamientos con la Policía, que utilizó gas pimienta. El Parlamento húngaro votó el viernes una serie de medidas contra la inmigración que entrarán en vigor el 15 de septiembre. Esa reforma castiga la inmigración ilegal con hasta 3 años de cárcel.