Catorce soldados y polícias turcos han resultado heridos en varios ataques atribuidos a la guerrilla kurda del PKK. El más violento ha tendio lugar
Catorce soldados y polícias turcos han resultado heridos en varios ataques atribuidos a la guerrilla kurda del PKK. El más violento ha tendio lugar al explosionar una bomba al paso de un vehículo blindado en una carretera de la provincia de Mus.
La ola de ataques contra las fuerzas de seguridad desde que se rompiera el alto el fuego en julio está desencadenando una respuesta militar cada vez más extendida. Varias autopistas de la región de Mus han sido cerradas, horas después de que se levantara el toque de queda impuesto, hace una semana, en Cizre y Diyarbakir.
Desde hace semanas, las respuestas de condena por parte de grupos nacionalistas se multiplican.
En las norteñas ciudades de Ordu y Samsun, miles de personas pidieron, ayer, mano dura al Gobierno contra la milicia del PKK.
Desde Mus, donde se produjo el ataque contra los soldados, el copresidente del partido pro kurdo HDP, Selahattin Demirtas, pidió, ayer, serenidad. El líder kurdo intenta mantener la cota de poder que su partido mantiene en el gobierno de coalición pese a las crecientes tensiones con el AKP de Erdogan al que acusa de instigar la “guerra civil”.
Ayer, Demirtas aseguró que la violencia no es necesaria ya que su formación representa a los kurdos en el Parlamento.