Con el desarrollo de la tecnología, las maneras en que los estudiantes pueden hacer trampa también se han incrementado, China ha empezado incluso a
Con el desarrollo de la tecnología, las maneras en que los estudiantes pueden hacer trampa también se han incrementado, China ha empezado incluso a usar drones para vigilar exámenes. ¿Por qué se arriesgan entonces los estudiantes? ¿Podemos hacer algo para evitarlo?
Un problema se plantea cuando son los propios profesores los que ayudan a los estudiantes a hacer trampa. En Sudáfrica ha habido casos de despido por este motivo. ¿Qué lleva a un educador a romper su ética profesional?
Sudáfrica: profesores que ayudan a copiar
El sistema educativo sudafricano es de los peores del mundo según los índices internacionales. Muchos de los estudiantes van a escuelas infradotadas. Cada año 700.000 estudiantes de 17 y 18 años realizan un examen al final de bachillerato. Esta prueba es muy importante: el título obtenido es imprescindible para algunos trabajos y para ir a la universidad. Y cada año saltan varios escándalos (dos ejemplos aquí y aquí por fraude en estos cruciales exámenes, llamados ‘Matric’.
España: lucha contra el ‘corta y pega’
Un simple copia pega de internet, una traducción rápida, o incluso la compra de trabajos de otro alumno son prácticas que se han convertido en comunes en todo el mundo.
En España algunas universidades intentan usar software que detecte el plagio en artículos y trabajos y, a pesar de “la dificultad de que la letra eñe no permita a algunos programas trabajar correctamente”: http://jamg.blogs.upv.es/2014/10/22/840/, se detectan altos niveles de corta-pega.
La Universitat Oberta de Catalunya empezó hace cinco años a usar un sistema innovador que detecta el plagio. Este grupo de ingenieros está decidido a ponerles las cosas difíciles a los ‘tramposos’.
India: hacer trampa para triunfar
Para los cientos de miles de alumnos que superan el bachillerato cada año, una plaza en medicina o ingeniería es un billete para el prestigio y la prosperidad. Hay más de 600.000 aspirantes para 4.000 plazas en el examen de entrada en medicina en las universidades públicas. La alternativa, ir a la privada, puede costar unos 67.000 euros.
Y en las zonas rurales muchos padres escalan las paredes
http://sethu.in/ de las escuelas para pasarles a sus hijos de entre 15 y 16 años las respuestas del examen nacional.
¿Alguna vez ha copiado en la escuela o estuvo tentado? Déjenos sus impresiones en las redes sociales.