La crisis de los refugiados desborda a Croacia. Tras recibir a unas 17.000 personas en apenas 3 días, el Gobierno croata decidió ayer desviar el
La crisis de los refugiados desborda a Croacia. Tras recibir a unas 17.000 personas en apenas 3 días, el Gobierno croata decidió ayer desviar el flujo de inmigrantes y refugiados hacia la frontera húngara. Los viajes se realizaron en trenes y autobuses custodiados por las fuerzas del orden y a los que todo el mundo quería subir. Las distintas versiones sobre a dónde se dirigían esos convoyes provocaron el desconcierto entre sus ocupantes:
- “No tengo planes”, decía un refugiado. El Gobierno no hace nada. El Gobierno croata no hace nada”.
Al Ejecutivo húngaro no le sentó nada bien la maniobra de Zagreb. Tras cargar con dureza contra el país vecino, Budapest anunció que está construyendo una valla en los 41 km de frontera común, como ya hizo con Serbia. Los refugiados, por su parte, estaban confusos y consternados:
- “No nos dijeron nada de Hungría. No sé. Nos dijeron que íbamos a Eslovenia”.
Aunque a regañadientes, Budapest aceptó los convoyes y derivó a sus ocupantes hacia los centros de registro. En total, 4.000 personas llegaron ayer procedentes de Croacia, que ha entrado de lleno en la ruta de los refugiados desde que Hungría cerró su frontera sur con Serbia.
- “Durante el viernes, hubo frecuentes cambios de situación, pero los inmigrantes y refugiados no fueron informados de lo que iba a suceder. Había rumores de que iban a Eslovenia, a Hungría, a Austria… Lo único claro es que Croacia ha tenido dificultades para gestionar la crisis”, sentenciaba el reportero de euronews Attila Magyar.