John Ashe, diplomático de Antigua y Barbuda y expresidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, fue detenido el martes en Nueva York
PUBLICIDADJohn Ashe, diplomático de Antigua y Barbuda y expresidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, fue detenido el martes en Nueva York acusado de aceptar sobornos de empresarios chinos.
El fiscal del distrito Sur de Nueva York, Preet Bharara, fue terminante en su presentación de cargos: “Las acusaciones de hoy van a confirmar que el cáncer de la corrupción que afecta a muchos gobiernos locales y estatales infecta también a las Naciones Unidas. Como se alega, con los relojes Rolex, trajes a medida y una cancha de baloncesto privado, John Ashe, el 68 presidente de la Asamblea General de la ONU, se vendió a sí mismo y a la institución mundial que dirigió”.
El actual presidente de la Asamblea General de la ONU, el danés Mogens Lykketoft, se mostró desolado: “De probarse, sería un ataque al corazón de la integridad de las Naciones Unidas”.
La acusación pública ha añadido que está por ver si el de Ashe es un caso aislado o si se trata únicamente de la punta del iceberg, algo que la fiscalía estadounidense ha dicho que va a comprobar.