La propuesta del diplomático español Bernardino León, enviado especial de la ONU en Libia, para un Gobierno de unidad nacional no ha sido acogida
PUBLICIDADLa propuesta del diplomático español Bernardino León, enviado especial de la ONU en Libia, para un Gobierno de unidad nacional no ha sido acogida positivamente por todas las partes. El Parlamento de Trípoli, no reconocido por la comunidad internacional, ha decidido boicotear esta propuesta y no enviar candidatos. También allí hay división entre los que quieren establecer un diálogo con sus enemigos y los que consideran el plan de León una invasión de su soberanía.
El ejecutivo transitorio, que deberá ser aprobado por el Parlamento de Tobruk, este sí reconocido internacionalmente, quedaría bajo el liderazgo de Faiez Al Serraj.
Personalidades polémicas como la de Ibrahim Jadran podrían entrar en el Gobierno. Jadran intentó en marzo de 2014 vender petróleo al margen del Gobierno central. Estados Unidos le calificó entonces de ladrón a su propio pueblo. En una declaración a la que ha tenido acceso euronews, se presenta como el responsable de las instalaciones petroleras: “Reafirmamos el apoyo al Gobierno en tanto en cuanto restablezca la soberanía y luche contra el terrorismo. Hemos abandonado ciertas exigencias para implementar las reformas, la democracia y la justicia social”.
Trípoli y Tobruk mantienen aún abierto el frente de Bengazi, la segunda ciudad más importante del país, en una guerra de desgaste que no ha servido para que ninguno gane posiciones y que ha sido aprovechada por grupos yihadistas para penetrar y controlar varios de sus barrios, aumentando la creciente amenaza radical.