El 17 de julio de 2014 un Boeing 777 de Malaysia Airlines fue derribado en pleno vuelo, en un territorio controlado por los separatistas prorrusos en
PUBLICIDADEl 17 de julio de 2014 un Boeing 777 de Malaysia Airlines fue derribado en pleno vuelo, en un territorio controlado por los separatistas prorrusos en el este de Ucrania. El Consejo de Seguridad de Holanda ha concluído que el avión fue derribado por un misil “Buk” de fabricación rusa.
El vuelo MH17 despegó del aeropuerto de Amsterdam-Schiphol hacia las 12h30 y debía aterrizar en Kuala Lumpur. Volaba a unos 10 kilómetros de altitud.
A bordo del avión viajaban 289 personas, 193 de nacionalidad holandesa. Había 80 niños entre las víctimas.
Desde el principio las autoridades ucranianas y los rebeldes se acusaron mutuamente del derribo del aparato. Las potencias occidentales culparon a los rebeldes prorrusos responsabilizando de forma indirecta a Rusia de la tragedia por prestar apoyo a los separatistas.
¿Las familias de las víctimas sabrán algún día la verdad? Holanda ha investigado durante 15 meses para concluir que la explosión se debió a un misil antiaéreo “Buk”. El Consejo no señala culpables, pero afirma que Kiev “debería haber cerrado su espacio aéreo por precaución”.
Rusia ha tachado de “parcial” la investigación sobre catástrofe del avión malasio. Almaz-Antei, fabricante de los misiles “Buk” ha rechazado las conclusiones de esta investigación alegando que el ejército ruso no utiliza ese modelo desde 2011.
El veto de Rusia en el Consejo de Seguridad de momento ha impedido la creación de un tribunal para investigar y juzgar el caso. ¿Quién dio la orden? ¿Fue un error de los rebeldes prorrusos? Esa es la teoría de los países occidentales y de Ucrania, sobre todo desde que salió este vídeo en el que se oye la voz de los rebeldes al llegar al lugar del accidente y darse cuenta de que se trataba de un avión de pasajeros.