Un incendio ha devorado un campo de refugiados que acogía a más de 2.000 personas en la localidad eslovena de Brezice. Las causas del fuego aún están
Un incendio ha devorado un campo de refugiados que acogía a más de 2.000 personas en la localidad eslovena de Brezice. Las causas del fuego aún están por deteminar. No está claro si fueron los propios inmigrantes, como apunta la televisión eslovena, los que prendieron fuego a las tiendas para protestar por las condiciones en las que viven, o si el incendio se debe a un accidente provocado por las fogatas que algunos grupos encienden dentro de las carpas para calentarse ante la llegada del invierno. En cualquier caso, el centro ha quedado reducido a cenizas. No hay constancia de víctimas mortales o heridos.
Se calcula que desde el sábado, más de 20.000 refugiados han llegado a Eslovenia, en su periplo hacia el corazón de Europa, debido al cierre de la frontera húngara con Croacia. La afluencia de inmigrantes ha cogido con el pie cambiado al gobierno. Y el Parlamento ha otorgado una autorización al ejército para controlar los accesos junto a la policía. Esta mañana, podían verse incluso varios blindados en los 670 kilómetros de frontera compartida con Croacia.
Entre tanto, la Unión Europea observa con impotencia los acontecimientos. A finales de semana hará otro intento para coordinar una respuesta común a la crisis. Los 28, junto a los países balcánicos extracomunitarios, se reunirán el domingo en Bruselas para acordar medidas operacionales de urgencia que puedan ser puestas en práctica de manera inmediata.